Si uno anda demasiado rápido es criticado y si está lento, la gente dice que hay que ponerle un cohete para que se avive.
Pero bueno, ustedes saquen la conclusión.
Esto ocurrió el pasado fin de semana cuando Carlos Rodríguez, de 32 años, se cayó y se rajó la ceja del lado derecho.
El afectado explicó a su llegada al Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás, que no sabe cómo resbaló y se fue de bruces.
El suceso que lo mantenía sangrando por la herida se dio en el populoso barrio de San Miguel, en Calidonia.
La víctima lloraba sin encontrar consuelo alguno que mitigara su dolor. El golpe lo dejó con malestar en el estómago y agudo dolor de cabeza.
El patrulla 9477, que era conducido por un policía de la zona, le prestó el apoyo y lo llevó al nosocomio.
Allí los galenos lo estabilizaron y lo remendaron hasta que horas más tarde fue dado de alta.
Su presencia en el hospital puso de pie a los familiares de los pacientes que en ese centro médico están hospitalizados.
Una señora se asomó y pensó que había sido impactada la víctima, ya que según ella es norma que los fines de semana la violencia se apodere del hospital y las personas heridas con cuchillo y bala sean el pan nuestro de cada día.
Otro que quedó estupefacto fue el vendedor de chuchería que casi se mete en la ceja del afectado.
Pero la parte médica señaló que si el golpe hubiera sido un poco más abajo, ese cristiano podría haber perdido el ojo.
Hay que tener cuidado cuando se camina por la vía, pues no hace falta que alguien le ponga una trampa como una cáscara de guineo o una zancadilla, lo cierto es que se puede caer y ocasionar daños que a lo mejor su reparación implique la pérdida de un sentido importante.
SE DIO DE FRENTE
La ropa que traía quedó empapada en sangre. Los médicos que lo atendieron fueron condescendientes, pero aún así le restregaron duro la herida.
CORRIO CON SUERTE
Después del golpe quedó casi inconsciente. Afortunadamente, en vez de toparse con maleantes se encontró a la policía, quienes lo llevaron al Cuarto de Urgencias del hospital.