Sobre el ring, la luchadora panameña Mary Varela deslumbraba por su técnica y capacidad para bloquear los ataques de sus rivales, lo cual arrancaba los aplausos y causaba el delirio del público en las tribunas.
Corría la década del 80, el Gimnasio Ernesto "Neco" de la Guardia de El Chorrillo (hoy Gimnasio Kiwanis) era abarrotado por una gran cantidad de fanáticos que quería ver a sus gladiadores(as) favoritos, entre los cuales estaban: Sandokan, los Gemelos Infernales, el Exótico Misterioso, El Vampiro, el Africano, Sergio Gálvez, Furia Negra, La Gata y Mary Varela, quienes exhibían todo su arte y talento en medio de los gritos que resonaban a varias cuadras del barrio mártir.
Mary Varela evocó con Crítica aquella época y lamentó que el espectáculo de la lucha libre haya perdido el brillo de años anteriores, lo cual, aseguró, se debe a la falta de promoción.
CARRERA DE LLAVES Y PATADAS
"Llevo 23 años en el oficio. Empecé en el bando de los rudos, y luego me cambié al de los técnicos. Fui campeona nacional y mundial y de la Empresa Tigres del Ring", cuenta Varela, quien destacó que su combate más difícil tuvo lugar el 18 de diciembre de 1989 (dos días antes de la invasión a Panamá) cuando enfrentó a la Pantera Sureña, de México, en el "Neco" de la Guardia.
"Fue un combate muy duro", recordó la luchadora.
Varela dijo que su primera lucha (amateur) fue en 1982 en Changuinola, provincia de Bocas del Toro. "Chamaco Castro y El Olímpico fueron mis primeros entrenadores. Después, cuando era profesional, fue El Vampiro mi preparador", señaló.
Además, comentó que en varias ocasiones fue invitada a luchar en países como México, Costa Rica y Japón.
"La lucha no me ha dado dinero, pero sí muchas satisfacciones", afirmó Varela.
Finalmente, la luchadora reveló que posiblemente vuelva al entarimado para lo cual se mantiene entrenando de 4: 30 p.m. a 6: 30 p.m., en el Estadio Juan Demóstenes Arosemena.