Recta final para cuestionado proceso electoral en Perú

Agencias
Internacionales
Con las denuncias opositoras de un posible fraude y de una "guerra sucia" como trasfondo, el proceso electoral entró ayer sábado en la recta final en Perú. A ocho días de las elecciones generales, el presidente Alberto Fujimori y el economista Alejandro Toledo, que encabezan las preferencias electorales, intensificaron sus campañas con multitudinarios mítines en Lima y el interior del país. Fujimori, quien busca la segunda reelección para un sin precedentes tercer mandato consecutivo, se defendió de nuevo el sábado de las críticas de los observadores internacionales al proceso electoral y aseguró que ganará en primera vuelta. "Su pregunta (sobre si podría perder las elecciones) yo la considero remotamente hipotética", dijo Fujimori, ante consultas sobre sus posibilidades de triunfo en una entrevista que concedió a Radioprogramas del Perú. Toledo, demostrando un sorpresivo avance en las preferencias electorales en el último mes, llamo a luchar contra una "guerra sucia" y un posible fraude en las elecciones del 9 de abril. El proceso electoral camina en un ambiente plagado de denuncias de la oposición sobre la preparación de un fraude, que buscaría asegurar la victoria de Fujimori. El lunes, una misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) presentará un cuarto informe sobre la situación del proceso electoral. La divulgación del documento será posterior a la advertencia, el jueves, de que la OEA descalifique los comicios sino se corrigen las "imperfecciones" detectadas. Pero Fujimori afirmó el sábado que no le preocupa una descalificación y reiteró que su gobierno garantiza la limpieza y transparencia en el proceso electoral. "Este es un tema que se va a definir el 9 de abril a través de la votación en un proceso de transparencia, donde los peruanos van a constatar que se trata de un proceso limpio y transparente", afirmó. "Que haya cuestionamientos (de los observadores internacionales) no significa que (el proceso) sea ilegal y los cuestionamientos y las imperfecciones se están procurando superar", agregó Fujimori, de 61 años. Toledo, que de lustrabotas se convirtió en un exitoso economista, ha denunciado una "guerra sucia". La estrategia más reciente, denunció, es la de presuntamente investigar la condición de residencia de su esposa, de origen belga, en Perú. Esa iniciativa se suma a una campaña de desprestigio desarrollada por medios de comunicación afines al gobierno, en donde se ha acusado a Toledo de no reconocer a una hija que presuntamente tuvo hace 12 años fuera del matrimonio.
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