Se dice que en política no hay sorpresas, sino sorprendidos, y si bien es cierto que las escaramuzas 'cibernéticas' del tal 'WikiLeaks' están incomodando a mucha gente, también es cierto que mucha gente goza festinando con lo que revelan, sin dejar espacio para la presunción de inocencia.
Tal es el caso del PRD, quienes, en otros tiempos, con el más mínimo comentario hecho por parte de un embajador estadounidense en contra de algún funcionario de nuestro país (ni hablar del caso Pedro Miguel González), era suficiente para que la gente del PRD se despotricara, alto y claro, con cualquier cantidad de protestas. Hoy, sin embargo, la embajadora Bárbara J. Stephenson (según 'WikiLeaks') dice que el presidente Ricardo Martinelli, entre otras cosas, "...es una amenaza para la democracia panameña...", mientras que los del PRD, en vez de condenar esa intromisión en los asuntos internos del país, genuflexos y casi aplaudiendo, le dan la razón a la gringa. ¡Cosas veredas, Sancho!
Frente a esa actitud de Lesa Patria, este columnista compara al PRD como una dama luciendo peticote y crinolina para esconder, o disimular, su verdadera anatomía, en este caso un PRD posando como un partido de fuerte oposición, cuando en realidad no se atrevieron (convenientemente) a condenar la abierta intromisión de Stephenson, y, por el contrario, se cuadran con ella, olvidando que antes que políticos, ellos, el PRD, al igual que el resto de los ciudadanos, incluyendo al presidente Ricardo Martinelli, todos somos panameños a quienes nos ofende que cualquier extranjero nos insulte como lo hizo la embajadora con sus declaraciones. Así que, señores del PRD... dejen la farsa política y actúen como dicen que son: un partido político de vanguardia integrado por panameños de pura cepa, Y NO GENTE QUE VISTE PETICOTE Y CRINOLINA. ¡Cambio y Fuera! ¡Au Revoir!