Cerca de 400 hectáreas de marañón que beneficiarán a 200 familias en la primera etapa, serán establecidas en la comarca Ngobe Buglé por el Gobierno Nacional, como una confirmación de su lucha contra la pobreza en las zonas indígenas.
Así fue establecido en un convenio por 970 mil balboas a tres años firmado por Guillermo Salazar Nicolau, ministro de Desarrollo Agropecuario, y Miriam Vega, presidenta de la cooperativa Juan XXIII, en una gran bodega llena de ansiosos indígenas ubicada en medio de los empinados cerros de Hato Chamí, provincia de Chiriquí.
Una representativa delegación de directores nacionales y regionales del MIDA recorrió los mejorados caminos de penetración entre impresionantes paisajes y barrancos que caracterizan el área comarcal.
Dicho documento legal permitirá concretar esfuerzos para insertar a las familias indígenas al proceso económico nacional. En este caso especial, cada una de ellas tendrá bajo su responsabilidad dos hectáreas del cultivo. Una de las formas más efectivas para combatir la pobreza rural del país es creando fuentes permanentes de ingresos y empleos en sus propios medios.
La demanda tanto nacional como internacional de la nuez del marañón, plantea un excelente mercado y un mundo de posibilidades. Además se trata de un cultivo que tiene unos 25 años de duración y que no requiere cuidados especiales.