TRAS 40 AÑOS DE ESPERA
Cuba ante Orioles en histórico
partido hoy
La Habana
AP
Tras 40 años sin béisbol
de grandes ligas, el público cubano se apresta a ver hoy el encuentro
entre los Orioles de Baltimore, uno de los mejores equipos de la Liga Americana,
y la disminuida selección amateur de Cuba.
El histórico encuentro comenzará a las 13:00, hora local,
en el estadio Latinoamericano, que tiene capacidad para 55,000 espectadores,
y será transmitido por televisión.
Los Orioles, favoritos para ganar el partido, escogieron para iniciar
el histórico encuentro al lanzador derecho Scott Erickson, mientras
que Cuba utilizará a José Luis Laso o José Ibar, también
derechos.
La gran ausencia de Baltimore es el antesalista Carl Ripken, quien no
hizo el viaje debido a la muerte de su padre.
Tampoco vino a La Habana el lanzador dominicano Juan Guzmán, quien
reside en Miami, pero los Orioles contarán en su equipo con el lanzador
relevista puertorriqueño Ricky Busquets, el infilder dominicano Esteban
Beltre y el receptor Julio Viñas.
El estadio Latinoamericano no será escenario extraño para
el guardabosque Albert Bell, de los Orioles, que jugó aquí
como amateur en un evento internacional.
Los cubanos no utilizarán a dos de sus mejores peloteros, el intermedista
Antonio Pacheco y el bateador designado, Orestes Kindelán, el jonronero
ideal local, porque están participando con el equipo de Santiago
de Cuba en la final por el título de Cuba.
El Ministerio de Deportes de Cuba informó ayer que la entrada
al estadio es gratis pero mediante invitaciones distribuídas a través
de las fábricas, grupos estudiantiles y organizaciones de masas y
políticas.
Los organizadores esperan un lleno total en el estadio que fue escenario
de actuaciones estelares de peloteros cubanos como Orestes Miñoso,
Camilo Pascual, Octavio Rojas, Perucho Formental, y también jugadores
norteamericanos que todavía recuerdan los aficionados locales como
Lou Klein, Tom La Sorda y Forest Jacobs.
Unos 600 periodistas internacionales fueron acreditados para cubrir el
histórico partido. No habrá vallas comerciales en el estadio,
como ocurre en Estados Unidos, pero en las torres de la instalación
hay dos gigantescos letreros: "Deporte participativo deporte de pueblo"
y "Deporte Socialista Cubano".
Se cree que entre los presentes estará el presidente Fidel Castro.
La afición cubana espera con ansiedad el encuentro para tener
la oportunidad de medir el nivel de calidad de su equipo al enfrentarse
a un conjunto de las mayores.
Marcelo Sánchez, quien hace 40 años vio aquí el
último encuentro de grandes ligas disputado en la isla, en que los
Dodgers vencieron a los Rojos de Cincinnati, dijo esta tarde que está
encantando de poder presenciar el regreso a Cuba de jugadores profesionales.
Decenas de aficionados, reunidos en el Parque Central de La Habana, se
enfrascaron en discusiones sobre el partido y algunos aceptaban que será
difícil para Cuba vencer a los Orioles.
"Baltimore debe ganar este partido porque tiene más calidad
que nuestros jugadores", dijo Carlos Dávila. "El juego
es importante porque abre las puertas para que sigamos compitiendo contra
los jugadores de las mayores".
El juego de regreso será el 3 de mayo en Baltimore.
Dirigentes y exiliados cubanos de Miami se opusieron al juego y pidieron
al equipo de Baltimore que no viajara a la isla.
La actitud contrasta con el firme apoyo que existe entre los aficionados
cubanos de La Habana para el partido.


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