Primero fueron los bolsos pequeños que dejaron a las mujeres fascinadas. Luego, la moda dio un giro y los bolsos fueron agradados un poco; los años pasaron, y al bolso, que era mediano, le agregaron algunas medidas más, hasta quedar en XXL.
Un tamaño que las féminas adoraron, ya que podían llevar de todo; aunque algunos médicos no estaban muy de acuerdo con esta boga, que podía causar problemas en el hombro, por el peso.
Pero, como todas las modas pasan, en los desfiles más reconocidos del mundo ya se vislumbra otra tendencia, regresan los bolsos medianos, ni muy grandes, ni muy chicos, los extragrandes están fuera de temporada, y los pequeños no son funcionales ni útiles.
A diferencia de temporadas anteriores, en las que el minimalismo era el protagonista, esta tendencia cambia y le da la bienvenida a detalles y aplicaciones como: muchos bolsillos y compartimientos, cadenas, pedrería incrustada, botones, cremalleras y cintas, broches grandes y hebillas.
En la paleta de colores que se posa en las carteras y bolsos de la temporada, están los tonos metalizados y de materiales brillantes como plata y cobre, los básicos negro y blanco, combinados entre sí o usados de manera independiente.
El púrpura y el rojo, los colores de los cristales y las gemas, mostaza, camel y amarillo quemado, e incluso las gamas tierra y acabados en tartán o tela escocesa, tendencia que fue muy importante en los años 90 y que regresa con fuerza en esta temporada para ser usada en los complementos del "look".
Al igual que en otros accesorios como los zapatos, la tendencia "animal print" está marcando una "salvaje" importancia en las carteras, sigue vigente pero en tonos más suaves.