Recientemente, una información originada internacionalmente, indicaba que Panamá es el tercer país del hemisferio en desempleo.
Si a esto unimos, que somos el segundo país con la peor distribución de la riqueza, entonces estamos en una nación que está asentada sobre pólvora y gasolina, lo que indica que podemos tener una combustión que en cualquier momento hará explosión.
Sin embargo, pareciera que la clase política panameña, deseosa del poder y de los espacios políticos, no se está dando cuenta de su responsabilidad que es el de conciliar y vigilar el funcionamiento del sistema.
Es triste en un país que vive alejado, por ejemplo, de la turbulencia colombiana o de la anarquía institucional del Ecuador, que no tengamos puntos en común que nos permita salir adelante.
Es algo curioso que Colombia y Jamaica nos anteceden porque por un lado tenemos a un país vecino muy rico en minerales, cultivos, agricultura, cultura y otros y Jamaica un paraíso en el Caribe.
Nosotros tenemos un canal, un punto geográfico, un sistema institucional fuerte, porque a nadie se le ocurre que pueda darse un golpe de Estado, pero ¿por qué nos encontramos en uno de los más altos sitiales del desempleo y en la mala distribución de la riqueza? |