El FC Barcelona, en uno de sus partidos claves del final de la temporada, solo pudo lograr ayer el empate (1-1) ante un Sevilla que supo aguantar el claro dominio azulgrana en la primera mitad e incluso buscó la victoria cuando el partido se rompió tras el descanso.
El equipo catalán impuso su dominio desde el principio y se hizo dueño del balón ante un Sevilla que esperaba agazapado los errores del conjunto catalán para tratar de hacer daño al contragolpe.
El técnico local, Gregorio Manzano, apostó por los tres pivotes y el cambio de banda de los extremos para cerrar cualquier hueco al equipo culé.
Pronto pudo abrir el marcador el Barcelona, pero el colegiado Pérez Lasa anuló el gran gol de falta del argentino Leo Messi al entender que el centrocampista Sergio Busquets cometió falta cuando el balón volaba hacia la red.
La gran ocasión asustó al Sevilla, al que el balón le duraba demasiado poco y sus jugadores más rápidos, Jesús Navas y Diego Capel, estaban más preocupados de defender su posición que de crear peligro real a Víctor Valdés.
El Barcelona no se impacientaba y en la virtud de la espera llegó el gol. El brasileño Daniel Alves sorprendió a la defensa tras un gran pase al hueco de Xavi y tuvo el temple para ceder atrás a Bojan, quien marcó a placer.
El canterano, suplente de inicio, tuvo que sustituir al lesionado Pedro en el minuto 17 y fue el encargado de encarrilar un partido que pudo sentenciar antes del descanso, pero Messi no estuvo afortunado y mandó al limbo dos grandes ocasiones, una de ellas repelida por el larguero.