El primer día de sesiones de la Comisión de Hacienda de la Asamblea, para las consultas del proyecto de reforma fiscal, estuvo caracterizado por el rechazo parcial al documento.
Miembros de la Asociación de Administradores de Juegos de Suerte y Azar (ASAJA) denunciaron que con la reforma, el Gobierno irrespeta los contratos ley que los operadores de salas de juego mantienen con el Estado, en los que se fijaron tasas fijas que las reformas pretenden aumentar unilateralmente.
Antonio Alfaro, presidente de ASAJA, manifestó que en esta reforma, el Estado se entromete en la administración de las actividades vinculadas a los juegos de suerte y azar, ya que en el caso de los operadores de salas de máquinas tragamonedas del Hipódromo Presidente Remón se debe pagar a la Junta de Control de Juegos (JCJ) el 10% de sus ingresos brutos de forma mensual y luego de deducir el 10%, destinará el 25% de sus ingresos brutos para el pago de premios, producto de la actividad hípica.