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Aprovechan la oscuridad de la noche para la práctica satánicas dentro de los cementerios capitalinos y del interior.  |
Más de una docena de tumbas en el campo santo municipal de Barú amanecieron sin identificación, luego de que se diera el hurto de las lápidas, situación que mantiene alarmadas a las autoridades y moradores del distrito.
Supuestamente el hecho se viene dando desde hace tiempo pero, no habían identificado a los responsables; sin embargo en esta oportunidad se pudo atrapar en el acto a uno de los involucrados de apellido Lozada, quién se negó a las acusaciones que se le hicieron.
Esto provocó gran expectativa en la región, pues consideraron que ya ni el cementerio, considerado un lugar de paz, está seguro, pues los amigos de lo ajeno y las personas del mal vivir se están aprovechando del dolor de los demás para cometer delitos.
Cabe señalar que de acuerdo a los residentes del área, lo que más temen es que el nombre de sus difuntos y demás pertenencias estén siendo utilizadas para cometer hechos de satanismo y actos diabólicos. Se presume que personas dedicadas a estos menesteres pudieran estar contratando individuos del mal vivir para que cometan el hurto y a cambio de un pago le proporcionen las lápidas y demás artículos del cementerio.
Leonardo Pitty, corregidor diurno del distrito, explicó que en su indagatoria el sindicado expresó que las lápidas no le pertenecían, sino más bien eran de una tercera persona a la que él no conocía, por lo que se presume que estén contratando individuos para cometer el hecho y pagarles algo de dinero a cambio.
Dijo que en el código penal existen dos artículos que establecen claramente sanciones para todos los que cometen esos delitos; por lo que aseguró desarrollar la investigación que sea necesaria para controlar esa situación. |