Allí están los folletos. A lo mejor los guarde unos meses "para la historia". Pero no pienso perder mi tiempo en leerlos. ¿De qué folletos hablo? Me refiero a los que meten en periódicos los candidatos a presidente de este país.
Tal vez Ud. piense que hago mal. Como ciudadano que votará el dos de mayo, debo conocer los planes de gobierno de los cuatro candidatos.
Como periodista tengo la obligación de saber lo que prometen, quienes quieren dirigir este país por cinco años.
Lo lamento. Parece que estoy sufriendo una especie de depresión política. Si hay una causa de este mal debe buscarlo precisamente en los politiqueros panameños.
Desde jovencito me interesó la actividad política. Pero pronto perdí la ilusión al conocer sus chanchullos. (No es nueva la sinvergüenzura politiquera en Panamá).
Pienso que todas las propuestas de los candidatos son buenas. Soy un optimista total.
Lo realmente importante para el país es que los políticos cumplan lo que prometen.
Allí está el "meollo" de la actividad política. Y parece que cumplir lo que se promete en una campaña no es fácil...
Tal vez esto se deba a los compromisos de campaña que tiene el candidato ¡y que el pueblo no conoce!
A lo mejor la causa del incumplimiento es que "el fin justifica los medios" del politiquero. Solamente quería encaramarse en el poder y mintió todo lo que pudo para conseguirlo.
Sea cual sea la causa, lo cierto es que esa realidad que he visto antes y después de la dictadura militar, me ha causado la depresión que me agobia.
Cuando le dije eso al Cholito Mesero del café de Santa Ana, me indicó que si fuera político no mentiría para conseguir el poder.
Tuve que decirle al mesero que en Panamá hay mucha gente honesta y decente, que no se mete en política porque considera que es igual a bellaquería y corrupción.
Sólo una muestra de lo que pienso. Allí están varios honorables que hicieron nada o poco por cinco años, buscando ahora la reelección.
Y gente que pudo evitar corrupción quiere pasar ahora "agachados". Por eso no creo sus promesas. Ojalá Ud. no sufra de este mal.