Los cuentahabientes del clausurado Banco Agroindustrial y Comercial (Banaico), siguen molestos porque no pueden recuperar sus dineros.
Uno de ellos es Salomón Malca, afectado por la quiebra escandalosa de esa entidad financiera detectada en 1996, y que ascendió a más 50 millones de dólares.
Es indispensable que los legisladores aprueben una ley que proteja los depósitos bancarios.
"Aquí hay 120 bancos y pareciera que esto fuera una selva de fieras de cuello y corbata", dijo Malca.