Un joven desempleado brasileño fingió haber sido víctima de un secuestro para poder apoderarse de los ahorros de su padre, un modesto costurero, informó ayer la prensa.
El caso ocurrió en Sao Paulo el lunes, pocos días después que el desempleado Marcelo Andreone, de 21 años, descubriera que su padre tenía cerca de 3.410 dólares ahorrados.
Según la policía, Andreone fue encontrado en la casa de su novia la noche del lunes, pocos después de que un desconocido llamó a sus padres y dijo que había secuestrado al joven.
El desempleado había salido de su casa poco antes de esa llamada diciendo que iría a una entrevista en una empresa que ofrecía un empleo.
El desconocido, que hizo otras llamadas, exigió un rescate de 10.000 reales para liberar al supuesto secuestrado y dijo que el dinero tenía que ser depositado en la cuenta bancaria de la supuesta víctima. Los padres alertaron a la policía.
Los agentes sospecharon que el secuestrador mantuviese llamadas de más de quince minutos y que hubiera aceptado reducir el rescate a casi la décima parte del valor exigido.