El béisbol arranca mañana. Estamos en vela de la fiesta deportiva por excelencia de los panameños.
Los partidos se jugarán en todo el país, pero en escenarios pocos convincentes y categóricos. De los estadios existentes, el Rod Carew y el Juan Demóstenes Arosemena tienen la calidad para albergar grandes momentos deportivos.
El resto de los parques de pelota necesitan una reestructuración con carácter de urgencia. El béisbol necesita un millón de dólares para cambiarle la cara a la estructura beisbolera.
Sería oportuno pensar en una campaña que lleve al gobierno del próximo turno a una renovación de los parques de pelota.
El Estadio Juan Demóstenes Arosemena fue reacondicionado a un costo superior de los 150 mil dólares, pero estaba en lo más bajo de su calidad. Estadios como el Remón Cantera y Kenny Serracín no necesitarían esa cantidad... pero otros sí.
Reconstruir los estadios de béisbol conlleva mucha responsabilidad, pero se pueden mejorar, pues ya quedó un precedente con el Juan Demóstenes Arosemena, el más viejo y ahora de los mejores con el trabajo que realizó Roberto Arango cuando fue director del INDE.
No es imposible... se pueden mejorar y no simplemente maquillar. El béisbol panameño merece mejores estadios y no los pocos modernos y anticuados que visitamos todos los años.
Panamá es subcampeón mundial, pero tiene una estructura de segunda clase. El juego de béisbol ha sido noble con los panameños... y es hora de darle el trato que se merece. Juguemos al millón de dólares, para mejorar los coliseos, ojalà haya quien diga... "Es la hora de mejorar los parques de pelota".
De todos los estadios, habría que excluir el Roberto Mariano Bula que será reparado una vez concluya el mayor de béisbol. Ya se tiene una partida asignada, para las mejoras de ese coliseo. Restan otros parques... por ahora sólo diremos.
¡Viva el béisbol!