|
REFLEXIONES
"Código Electoral: un bumerang contra la democracia"
Carlos Christian Sánchez C.
Relacionista Internacional
Durante la noche del 2 de mayo de 1999, mientras se escenificaban los comicios generales en Panamá, muchos candidatos descubrieron la realidad de las arbitrariedades de las normas electorales, en donde se evidencia un favoritismo hacia los grupos políticos tradicionales. El sector de los ciudadanos "independientes" siempre resulta ser el más golpeado. Las adjudicaciones a las curules de los diputados, debido a lo controversial de las mismas, merecen ser estudiadas más a fondo. Desde el próximo 10 de febrero, un grupo de ideólogos y dueños de partidos políticos elitistas, se reunirán para analizar reformar al Código Electoral. En los meses pasados, varias voces se han pronunciado sobre el tema de analizar el famoso sistema de elecciones populares. Están frescas las denuncias hechas por el licenciado Julio Yu, el cual se postuló como legislador en el Circuito 8-9, y que al parecer, merecía uno de los cinco puestos del sector. El triunfo de tres candidatos del Partiro Revolucionario Democrático, uno del Partido Arnulfista y otro de la Democracia Cristiana, reincidieron la modalidad de ceder curules sobre la base arcaica de los métodos del Cociente, Medio Conciente y Residuo. En la campaña electoral pasada, criticamos la situación de las trabas contra los candidatos independientes, los cuales deben iniciar todo un proceso de recolección de firmas, además de un enorme papeleo frente a las autoridades electorales. Por otro lado, se facilita a un ciudadano afin a un partido político, la postulación para representante y alcalde. No hay postulación independiente de legisladores; tampoco de presidentes. Son muchos los puntos que se deben analizar en las reformas futuras del Código Electoral. La elección directa de los diputados al PARLACEN, la reducción del período de transición, el origen de los fondos de campaña, etcétera. Sensitivo es el tema de las Encuestas, las cuales pueden influenciar en los votos indecisos. Puede ser que los medios informativos, las cadenas de televisión, junto con agencias parcializadas se den a la tarea de crear falsos sondeos, según su conveniencia. Es urgente la necesidad de que e Tribunal Electoral ponga a disposición del pueblo, la elección directa de la figura del "gobernador". Hay que rescatar ese despacho de las arbitrariedades políticas, del nombramiento del mandatario de turno y la efectividad que puede hacer un funcionario público con plenos poderes, que incluso pueden ser superiores al de los alcaldes y juntas municipales. Sobre la inscripción de los movimientos populares, para transformarse en Partidos Políticos, la cuestión de los adherentes resulta oscura y peligrosa. Puede ser que empresarios o hacendados, aprovecháncose de la situación de desempleo de los panameños, utilicen artimañas para lograr que decenas de miles de compatriotas se inscriban en partidos políticos. No importa el programa de trabajo, el pensamiento ideológico o el deseo de ayudar al desarrollo del país. Lo importante es ganar dinero, espacios políticos y poder. La idea de la Segunda Vuelta Electoral es la "Papa Caliente" de la reforma. Esta puede salvar el problema de la legitimidad de los ganadores del máximo puesto del gobierno. Al no alcanzar una mayoría absoluta de votos (como un 51% de los electores a favor de un candidato determinado), la otra ronda garantizaría convenios entre los diversos partidos polítticos, para poder triunfar en las elecciones. Así, según algunos entendidos, se evitan las crisis nacionales, aunque otros piensan lo contrario, pues también se dan alianzas de conveniencia y tentativas de traiciones al ganador de la presidencia. Es increíble que en un país que se afana de ser ejemplo de la democracia, impida a miles de panameños el voto fuera de las fronteras nacionales debido a los problemas de logística o quizás maniobras políticas contra los que viven fuera del Istmo. En Nueva York y Miami, hay un sinnúmero de compatriotas que mantienen su nacionalidad. Lo mismo ocurre en México, Cuba, Colombia, Costa Rica, Brasil y en Europa. Los consulados y embajadas, muy bien pueden ser adecuados para facilitar las votaciones. Esperemos que los Magistrados del Tribunal Electoral permitan la participación de ciudadanos independientes en las consultas electorales, puesto que no es posible que en reuniones a puertas cerradas, se conspire contra la democracia panameña. Que se efectúen foros y seminarios abiertos para los interesados en el tema de la Reforma al Código Electoral, para así visualizar la participación de las masas populares en las decisiones sensitivas para el destino del Estado.
|
|
|
