Violencia agudiza conflicto en principal universidad mexicana
Agencias
Internacionales
Denuncias estudiantiles sobre la militarización de la principal universidad de México y la infiltración de grupos políticos ajenos, incluyendo "subversivos", siguieron el miércoles a una jornada de violencia entre grupos rivales que dejó 37 heridos y 251 detenidos. Estudiantes huelguistas y miembros de un cuerpo de seguridad interno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) libraron el martes los más graves y violentos choques desde el inicio de una huelga hace 288 días en el más antiguo y prestigioso centro de educación pública superior de México. El escenario de la batalla campal entre los bandos rivales fue un instituto de nivel preparatorio, cuyas instalaciones fueron ocupadas durante un operativo nocturno por 400 efectivos de la Policía Federal Preventiva con apoyo logístico de 200 miembros de la policía antimotines de la capital. La fuerzas policiales, que reprimieron con bastones a los grupos rivales y practicaron las masivas detenciones, "actuaron a petición expresa de las autoridades universitarias", afirmó el miércoles el ministro de Gobernación (Interior), Diódoro Carrasco. Nueve de 37 personas hospitalizadas con heridas de distinta gravedad fueron dadas de alta el miércoles, mientras centenares de familiares de 251 detenidas aguardaban en las inmediaciones de una dependencia judicial federal la liberación de los arrestados, en su mayoría huelguistas. "Los heridos son trabajadores de la UNAM", agregó el ministro Carrasco. "!Alto a la represión!", dijo, en tanto, el Consejo General de Huelga (CGH), un politizado organismo estudantil que comanda la huelga decretada el 20 de abril de 1999 en protesta por un aumento en denominadas "cuotas simbólicas", de dos centavos de dólar, que pagan los casi 270.000 estudiantes de la UNAM por cada semestre académico. "La situación es extremamente tensa. El Ejército está en nuestras aulas", dijo el CGH en un comunicado difundido por Internet en que, además, sostuvo: "Nuestra lucha por una educación gratuita marca una de las muchas guerras contra el neoliberalismo". El organismo estudiantil afirmó, sin embargo, que "los estudiantes no queremos violencia" y que "el diálogo e la única salida posible al actual conflicto en la UNAM". Tras los graves incidentes, el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, emitió el martes un mensaje desde una dependencia cercana a la Ciudad Universitaria, en el sur de la capital, en cuyo interior, cercado por vallas de escombros y barricadas, se hallan atrincherados los líderes del CGH. De la Fuente, un ex ministro de Salud del presidente Ernesto Zedillo, expresó su "tristeza" por la violencia desatada en el instituto preparatorio. El rector, quien en noviembre sustituyó a Francisco Barnés, responsable de la medida que desencadenó el conflicto, reiteró que grupos políticos "ajenos a la UNAM" estaban distorsionando el conflicto y mencionó, entre ellos, al guerrillero Ejército Popular Revolucionario (EPR). El EPR, de origen marxista y que se alzó en armas en 1996 en el suroccidental estado de Guerrero, dijo según un comunicado difundido el miércoles por el diario Reforma que sus "cuadros insurgentes" estaban listos para "actuar" ante "el hostigamiento policiaco-militar en contra de los estudiantes" de la UNAM. La violencia en que degeneró el conflicto, que también paralizó a unos 45.000 catedráticos, docentes e investigadores, además de 25.000 empleados y trabajadores, provocó encontradas reacciones entre los partidos políticos mexicanos. "Se ha montado una provocación muy grave que debe ser detenida de inmediato", dijo el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD). 'La violencia es el resultado de la desidia de las autoridades locales y federales", dijo el conservador y también opositor Partido Acción Nacional (PAN). El oficialista Partido Revolucionarios Institucional (PRI), en tanto, condenó la violencia en el conflicto universitario, pero repudió la actitud "irresponsable, pasiva, indiferente y omisa" del gobierno capitalino que encabeza el PRD.
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El oficialista Partido Revolucionarios Institucional (PRI), en tanto, condenó la violencia en el conflicto universitario, pero repudió la actitud "irresponsable, pasiva, indiferente y omisa" del gobierno capitalino que encabeza el PRD.
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