Un triunfo que sana heridas. Ganamos y podemos mejorar. Ayer Panamá sacó un triunfo 2 goles por 1 ante Trinidad y Tobago, pero por momentos naufragamos en el partido.
Fueron dos historias distintas durante el choque. El primer tiempo, ambos conjuntos estuvieron muy apáticos. Los panameños tenían más el balón, perohacían malas entregas, típicas de un total nerviosismo.
A pesar de todo eso, los panameños tuvieron las ocasiones más claras de gol, que llegaron a base de rápidos contragolpes que aprovechaban muy bien los delanteros Anel Canales y Luis Tejada.
Poco a poco el onceno canalero se fue asentando en el terreno y era el que proponía el partido ante los juveniles trinitarios.
Más por insistencia que por buen fútbol, Panamá encontró recompensa al minuto 30 cuando en el cobro de un tiro libre Canales remató de cabeza para mandarla al fondo de las redes.
Sobre el final, en un tiro de esquina el defensa Jack Dwayne remató de cabeza al palo derecho de McFarlane para terminar el primer tiempo empatados a uno.
Para la segunda parte, Panamá mejoró en fútbol mostrando más conjunción en sus líneas, mejor toque y entrega. De igual forma los caribeños salieron a proponer más el partido.
Sin embargo, los canaleros no tuvieron muchas llegadas, esta vez fueron los caribeños. Mejoró Rolando Escobar, que manejó en gran forma los hilos del medio campo y Juan Pérez fue una aspiradora cortando cada ataque del rival.
A 5 minutos del final, en el cobro de un tiro libre, el recién ingresado Edwin Aguilar, que reemplazó a Tejada, remató de cabeza para dar la victoria. ¡Mejoramos como equipo y podemos seguir en alza!