La señora Heriberta, una de las principales criadoras y vendedoras de flores de Cerro Punta, me dijo que recortó mi columna (escrito) "Culpable". En ella señalo que el panameño debe sentirse orgulloso de lo que ha conseguido con el trabajo honrado.
"Se la voy a leer a mi hijo (universitario), dijo con una sonrisa de persona satisfecha con la vida.
En ese mismo local, a un lado del mostrador, vi mi escrito "Poquito". Digo en esta columna que poco a poco uno puede pagar sus deudas, sin caer en la desesperación de gastar dinero en juegos de azar.
Pusieron este escrito allí porque un familiar gasta mucho dinero en lotería, pensando que un día se "va a salvar" y poder pagar sus deudas.
Confieso que cada vez que sé que mis escritos son guardados para usarlos como material educativo, me siento satisfecho con mi trabajo periodístico.
Esto no es nuevo. Hace quince años, cuando comenzaba "Cuartillas", un joven se me acercó en una actividad de entretenimiento.
Me dijo que su padre le había leído mi escrito "Nido vacío" como un ejemplo de lo que tendría que pasar con él.
En esa columna hablaba que los hijos tienen que abandonar el hogar y dejar el "nido vacío". Esto a veces incomoda a padres e hijos.
Próxima la Navidad, mientras compraba artículos para un árbol, un señor me contestó que le leyó a su nieto de nueve años la columna Respeto.
Allí señaló que se está perdiendo el respeto de niños y jóvenes hacia padres y abuelos. Esa situación afecta las buenas relaciones en la familia y produce jóvenes descontrolados.
El año pasado escribí dos artículos sobre la buena vida que hay en Volcán.
Semanas después al visitar el lugar, me agradó verlas debajo de vidrios en las mesas de un restaurante popular y una refresquería.
También escribí sobre las curiosidades del sitio Barriles, donde habitó una cultura indígena antes que Colón descubriera América.
Pues bien, la arqueóloga que atiende el lugar me habló después de las numerosas llamadas que recibió. Hasta se promovieron visitas de turistas deseosos de conocer más sobre Barriles.
Los periodistas queremos que nuestro trabajo sea a favor de la comunidad.
Muy pocos periodistas hacen su trabajo para incomodar, a no sea que se trate de corruptos y sinvergüenzas.
Con mis escritos (columnas) quiero ayudar a la educación y orientación de mis lectores.