Un total de 982 celulares fueron destruidos y quemados después de una requisa que se realizó en las cárceles La Joya y La Joyita.
Con tono enérgico, el ministro de Gobierno y Justicia, José Raúl Mulino, dijo: "De buena fe hemos tratado de darles privilegios, pero el ingreso de celulares es ilegal y no hay forma humana (para) que lo entiendan, por eso la única manera de resolver es como lo haremos hoy". Acto seguido, el Ministro dio martillazos a celulares y otros funcionarios hicieron lo mismo.
"Reitero la orden de que nadie usa celular dentro del recinto penal: ni autoridades, policías, abogados, custodios, y menos los detenidos. Si lo ingresan es un acto de corrupción", dijo Mulino.
De acuerdo a un despacho informativo, el Premier estuvo acompañado por el vice ministro Alejandro Garuz; por el director del Sistema, Diomedes Kaa; autoridades policiales de los dos centros y administradores.
El funcionario aprovechó para hacer el llamado a los familiares de los presos de que ingresar artículos prohibidos es colaborar con el delito, y al mismo tiempo los exhortó a que ayuden a sus familiares que están allí dentro a que transcurran sus días de la mejor manera.
En esa destrucción, además de celulares, se destruyeron más de 349 cargadores, doscientos noventa y siete chips, seiscientas ocho baterías, 527 discos compactos, cinco galones de aguardiente, tres botellas de licor, seis unidades de cerveza, diecinueve cartones con cigarrillos, 191 paquetes con cigarrillos de veinte cada uno, 6 latas de cerveza y 269 encendedores.
El Ministro agregó que ese tipo de requisas "se harán cada dos días en todos los centros penales".
Aprovechó la visita para hacer un recorrido por La Joyita donde inspeccionó algunas áreas que servirán para hacer nuevos pabellones, conversó con reos y supervisó los detalles que faltan para la culminación de la cerca perimetral que se inaugurará en los próximos días.