La sepultura en La Palma no fue la última morada para 3 guerrilleros de las FARC abatidos por el Servicio de Fronteras.
El Ministerio Público exhumó ayer lo cadáveres y los trasladó a la morgue judicial en la ciudad capital.
En la fosa común solo quedaron los cajones de madera donde yacían los insurgentes colombianos.
La necropsia confirmó que los cuerpos de los colombianos, mantenían impactos de bala en la cabeza y las extremidades, mientras se presume que las edades de los occisos oscila entre los 20 a 30 años, confirmó el director del Instituto de Medicina Legal, Humberto Más.