Robos en el trabajo. Es algo que sucede frecuentemente. Lápices, plumas, borradores, libretas, relojes, celulares, maquillaje, llaves, envases térmicos, y cosas más sensibles, como carteras y billeteras son sustraidos de las oficinas.
A veces dejamos nuestro celular en nuestro puesto, nos ausentamos por un solo minuto, y al regresar el celular se ha perdido. O "lo perdieron".
Incluso hasta mobiliario se llevan. Los meten en los maleteros de los automóviles y parten rumbo hacia la impunidad.
Pero no todos los robos en las empresas son de este tipo. También quienes usan los recursos de las empresas para asuntos personales o para negocios propios están robando, aunque piensen que no le están haciendo nada a nadie. Prácticamente ninguno de los que usan material de su empleador con estos fines tiene remordimientos de conciencia.
Un científico de nombre Greenberg realizó un estudio sobre el tema con el fin de determinar si las personas roban a sus empresas debido al trato que reciben en sus lugares de trabajo o de si los empleadores sienten remordimiento por no pagarles lo adecuado. Éste experto reunió a un grupo de estudiantes para trabajar durante una hora por cinco dólares. A algunos se les aseguró que recibirían el pago acordado y a otros se les dijo que podrían recibir tres dólares. El experimentador les comunicó que tendría que reducirles la paga y a algunos les dijo el porqué y a otros no.
Para averiguar si las variables influían en la voluntad de los participantes a implicarse en el robo de los empleados, el investigador se marchó dejando un montón de dinero en la mesa y les dijo a las personas que no sabía cuánto había en el paquete pero que cada quien agarrara lo que consideraba que se les debía.
La mayoría de los que no habían recibido explicaciones ni muestras de resentimiento, robaron, es decir, se llevaron más de cinco dólares, aquéllos a los que sí se les había ofrecido información o muestras de resentimiento robaron mucho menos, y a los que se les ofrecieron ambas cosas no robaron.
El experto concluyó que la honestidad en el lugar de trabajo, el buen trato hacia los empleados, además de un sueldo y beneficios justos, podrían reducir sustancialmente los robos de oficina porque las personas sentirían que están recibiendo lo adecuado a las labores que realizan.