El complejo sistema electoral estadounidense ha comenzado con algunas sorpresas que deparan un proceso sumamente interesante, sobre todo porque en esta etapa, el actual presidente de la nación norteamericana pretende reelegirse en el cargo con una propuesta fincada en la seguridad nacional y en un repunte económico.
Así, hemos podido ver cómo el senador demócrata John Kerry, volteó las encuestas y ha asumido el liderazgo de su fuerza política y de muchos sectores independientes, dejando en el camino, a Joseph Lieberman, Richard Dephart y a Howard Dean, a quien muchos consideraban el más importante contendor de George Bush hijo.
Iowa le ha dado su respaldo a Kerry y se espera que en los comicios primarios de los demás Estados, logré consolidarse como la figura que podría poner en aprietos a Bush, quien ha caído seis puntos porcentuales desde la captura de Sadam Hussein, el pasado 14 de diciembre.
Al momento de redactar este artículo, Kerry, un veterano de la guerra de Vietnam de 60 años, había rebasado a Bush en la intención de voto, según una noticia publicada en la red por una agencia de prensa internacional, alcanzando un 49 por ciento contra un 46 del presidente republicano, aunque de manera paradójica, agrega la nota, el 78 por ciento de los estadounidenses creen que este ganará en el súper martes de noviembre.
Tal vez, porque el mandatario cuenta con toda la maquinaria requerida para duplicar su período en la Casa Blanca, sumando los más de 99 millones de dólares recaudados hasta el momento para movilizar su estrategia propagandística y por mantener a sus conciudadanos bajo la sombra del terror de un ataque a gran escala por parte de los extremistas islámicos.
Pese a todo, la campaña ha comenzado con un factor de incertidumbre, porque los norteamericanos comienzan a ver a Bush como un simple derrochador de dinero en aventuras bélicas inexplicables para la mayoría, que ha descuidado la economía persiguiendo fantasmas con turbantes y túnicas, a beduinos escondidos entre las dunas de las arenas del desierto y a ex aliados de su propio padre como Sadam y Osama Bin Landen. |