Durante el mes de abril de este año, cuando la jovencita Claudia Santos, cumpla sus 12 años, quizás ya sea madre, después de ser víctima de un sujeto de aproximadamente 40 años, quien se aprovechó de su inocencia y serenidad para abusar sexualmente de ella, cerca de la casa donde actualmente vive.
La cobarde acción del señor identificado como: Francisco Bejerano, ocurrió en una pequeña finca de plátanos, ubicada en un sector de Bugabita, provincia de Chiriquí, cuando Claudia había ido a buscar leña al monte para cocinarle una sopa a su madre, Maritza Santos.
El sujeto que tenía cierto tiempo de ocupar el cuarto de al lado de donde vive la niña con su familia, estuvo pendiente de los movimientos de su víctima y cuando ésta estuvo en un lugar apartado, donde nadie lo podía observar, agarró a la pequeña, utilizando la fuerza para satisfacer sus deseos sexuales, sometiéndola, mientras le advertía que si decía algo, a ella y a sus padres le pegaría.
Los deseos del violador se cumplieron y luego de consumado el acto, la niña calló sus sentimientos por miedo a él y hasta a su propia madre que tal vez, según ella pensaba, la castigaría por lo ocurrido.
No obstante, después de algún tiempo, su vientre empezó a crecer, y ya la señora Maritza Santos, sospechaba que su hija no estaba menstruando, por lo que después de una larga conversación con la niña, logró conocer la verdad, entre las lágrimas de Claudia, cuando narraba lo que había pasado aquel día.
Ahora el caso se conoció por una denuncia que alguien efectuó ante las autoridades, y la PTJ fue hasta el lugar para corroborar la situación, logró que se realizaran los exámenes necesarios a la víctima y que su madre interpusiera legalmente una denuncia por abuso sexual, contra Bejarano.