"Hey, fui con esa chica. Sólo la invité a almorzar y después fuimos al push", así se la pasan hablando al día muchos hombres en Panamá. Para hacerse los más machos le 'pifean' a sus amigos sus aventuras sexuales.
El hombre debe entender que uno nace hombre. El hombre no se hace cumpliendo metas, como a cuántas chicas se han llevado a la cama y cosas como éstas. Lo cierto es que se ha sabido de casos de grandes machos que han terminado en otra cosa por experimentar de todo con el sexo opuesto. Dice la gente que de tanto estar con mujeres, ahora quieren andar con hombres.
El sexo aquí, el sexo allá. No hay lugar donde no se hable nada más que de sexo. No importa si se está dentro de una iglesia o en pleno lugar de trabajo. Hay gente que por fuera proyecta estar sana, pero por dentro tienen la mente podrida, ya en estado de descomposición. Que no tiene más nada en sus cerebros que hablar de vagina, pene, glúteo, posiciones eróticas y de sitios donde se puede practicar el sexo, no hacer el amor.
Si en verdad queremos tener un leve interés por cambiar, debemos ofrecer al mundo una nueva cara, un nuevo cuerpo y una nueva mente renovada. Así la gente notará que hay cambio. Seamos mejores y evitemos hablar de sexo, salvo que sea para platicar de educación sexual.
El panameño debe entender que el hombre no es aquel que tiene mil mujeres, sino el que tiene una y es rey en su casa, así como dice la canción.
¿Qué buscas en el sexo? ¿Buscas eyacular? Entonces, estás viendo lo más hermoso que Dios nos regaló como un acto de la vida salvaje y no como un acto de amor, donde dos personas se convierten en una sola carne.
Hermano, ame a su esposa y sea feliz.