EDITORIAL
Perfil para cargo importante
Las normas contractuales
convenidas entre nuestro país y los Estados Unidos establecen los
cargos de Administrador y Sub-Administrador del Canal de Panamá,
destinos que ahora se cumplen con alternabilidad por nombramientos de alto
nivel norteamericano, pero que al llegar el final de la presencia extranjera,
deberán designar las autoridades panameñas.
En tal derrotero, actualmente el Administrador General fue designado
por Estados Unidos; y asimismo, designado por Panamá para continuar
el ejercicio mandatorio una vez revertido el negocio canalero a la soberanía
panameña; sin embargo, ya surge la interrogante en torno a quien
suplirá al Sub-Administrador saliente, a partir de enero del 2000,
y afloran apetitos de personeros cuyas ejecutorias no se acomodan plenamente
al perfil que reclama la trascendental posición burocrática.
La realidad canalera muestra áreas sensitivas, que reclaman tratamientos
de astucia, de fineza analítica y reciedumbre de mando y ejecución;
entre las cuales destaca, con gravedad, los reclamos laborales y las expectativas
de trabajadores que aprendieron a negociar al alero de reglamentaciones
y acuerdos surgidos del seno de las autoridades norteñas, cuyos extremos
difieren gravemente con las fórmulas jurídicas reglamentarias
panameñas; situación que levanta suspicacias y alienta temores
que pudieran derivar a pronunciamientos y eventos de fricción y conflicto
que laceren el desenvolvimiento armónico y pacífico de las
labores transoceánicas.
Por ello, acrecienta el criterio de escoger para la referida posición
a un profesional que titule amplios y sólidos conocimientos de derecho
laboral, de manejo jurídico y de ciencias sociales, que tenga transitados
estadios de manejo de conflictos, de negociación colectiva y logros
transaccionales, y ostente solidez en sus posiciones y reconocida capacidad
para operar bajo presión, sin temor ni cobardías.
De mantenerse estos lineamientos del perfil que defina el candidato al
cargo se descalifica de inmediato al Ingeniero Luis Blanco, quien resultaría
extraño a las búsquedas descritas, con la agravante censurable
de incorporar otro componente perredista a los manejos canaleros, evento
que rompería con el predicado de hacer de los asuntos de la vía
intermares, punto de agenda nacional, de acuerdo por encima de los partidismos,
compadrazgos y amiguismos: razones que nos permite concluir que tal aspiración
política perecerá en su cuna, al carecer de respaldos y apoyos
ciertos que la propulsen.
El Canal en reversión es aspiración nacionalista; manifestación
supina de soberanía, que constituye el reto histórico que
debemos enfrentar con serenidad, ánimo constructivo y voluntad patriótica.
...No lo olvidemos.
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AYER GRAFICO |
Ceremonia previa a la firma del Tratado de Montería realizada en
Santafé de Bogotá |
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