Ese es el panorama del lado palestino. Pero la verdad puede ser otra. Nadie en los principales medios informativos foráneos comentan lo que pasa en el lado de Israel.
Conversando vía e-mail con un judío-panameño que vive cerca de Beer Sheva, al sur de Israel, nos indica que la principal razón por la que los israelíes decidieron lanzar su ofensiva militar fue el incesante acoso de los cientos de misiles que el grupo islámico "Hamas", arrojó contra poblados en todo el Neguev, sin razón alguna y sin piedad.
"Amigo, tenemos sólo quince segundos para acudir a un refugio subterráneo, antes que nos caiga el misil de los terroristas", afirma "Jacob", del cual su apellido me reservo por seguridad. "¿Te imaginas vivir así por espacio de ocho años, con la muerte rodando por la cabeza a diario?".
Con justa razón, la presión interna de los más de 450,000 habitantes del sur de Israel llegó al límite, al exigir a las autoridades hacer algo, ante el mutismo de la Comunidad Internacional y del resto de mundo. De 2001 a 2009, más de 9,000 morteros y cohetes fueron lanzados por Hamas hacia las ciudades de los colonos del desierto israelita.
Pero me indica Jacob, lo que muchos ya vemos es el "doble estándar" en la difusión de los hechos desde Medio Oriente: de poner siempre a Israel como el malo, el más fuerte, mientras que los terroristas de Hamas, que tienen de cuasi-rehenes a 1.2 millones de palestinos, como los pobrecitos.
Mejor ejemplo fue lo sucedido hace dos miércoles en la misma Beer Sheva. Un director de un colegio de esa ciudad decidió suspender clases a los alumnos, ante un inminente ataque de misiles de Hamas. Como si fuera un designio de Dios, la movida del docente salvó a más de 100 vidas esa mañana: horas después, cayó un cohete palestino en uno de los salones.
Un día después, ocurre la tragedia en la escuela de Jabaliya, en Gaza. Dos milicianos de Hamas disparan contra tanques israelíes, que responden al fuego enemigo, impactando el centro educativo. Mueren cerca de 35 personas, en su mayoría refugiados. Primó aquí la clásica maniobra de utilizar "escudos humanos", en acciones armadas.
En el e-mail que me remitió Jacob, afirma que la noticia de la escuela de Beer Sheva ni siquiera salió publicada en los medios foráneos; empero la voladura del colegio de Jabaliya fue colocada en grandes titulares.
Esta es la situación en Gaza, una guerra mediática que parece favorecer la campaña propagandística del Hamas, aquel grupo fundamentalista que domina la Franja de Gaza desde 2006, que implementó la ley islámica "Sharia", y en donde la mujer debe ir cubierta del todo so pena de sufrir apedreamientos, al mejor estilo de los Talibanes afganos.