Cuando el hombre aprendió a dominar al caballo, conoció la velocidad; atributo del cual dependió en parte la supervivencia de las especies salvajes, que podían huir así de sus depredadores, y se sirvió de él dondequiera que la acción necesitara rapidez. Pero el caballo no solo fue un medio de alimentación y luego un elemento imprescindible en las guerras, sino que también le confirió al hombre una nueva dignidad.
SU USO
Han sido diversos los usos que el hombre ha dado al caballo a través de las edades tales como; medio de alimentación, para fines militares, en pasatiempos y deporte, para el trabajo como es el caso de la agricultura de tracción. Desde los tiempos prehistóricos existió una amplia distribución del caballo en casi todo el mundo, lo que ha permitido que este haya evolucionado de manera progresiva, principalmente para usos recreativos, deportes y como caballo vaquero en el trabajo de fincas y rodeo en general.
COMO ELEGIR UN BUEN CABALLO
A la hora de elegir un buen caballo, se debe tener en cuenta una serie de detalles que permita al individuo sentirse complacido según el uso indicado, en todo caso lo más importante es conocer la función que cumplirá; no obstante el caballo no solamente debe ser de raza pura, sino que cumpla con el objetivo para lo cual lo está comprando. Este debe tener buena cabeza, cuello limpio y paletas amplias, como también cascos fuertes y que además no tenga ni mañas ni defectos evidentes, como falta de visión, con traumas o golpes, con alguna enfermedad infecto transmisible; es decir que esté libre de enfermedades.
Otro atributo es su amplitud corporal, que tenga un pecho y ancas amplias, lo que le proporcionará el espacio necesario para los órganos vitales; estos indican una fuerte constitución con buenas cualidades de alimentación y resistencia. También deben tener pies, patas y cuartillas bien conformados; un proverbio antiguo dice "Sin pies, no hay caballo", esto quiere decir que el valor de un caballo reside principalmente en su capacidad de locomoción, de aquí la necesidad de tener buenos aplomos.
CUALIDADES DE UN BUEN CABALLO
Un buen caballo debe tener movimientos naturales con trazada larga, rápida y elástica, permitiendo así un desarrollo de las actividades requeridas.
En un animal joven no deben existir defectos de conformación que puedan predisponer a taras, esto se irá acentuando con el pasar del tiempo y podrá convertirse en un peligro para usted.
Otros aspectos importantes es determinar que este no sea mañoso o lleno de malos hábitos, sin vicios tales como morder, tragar aire, comer estiércol, así como patear, que menoscabe la utilidad del ejemplar. Además de las consideraciones ya descritas, a la hora de la compra de un buen caballo este debe tener aliento, tener estilo y belleza, equilibrio y simetría, calidad, temperamento energético pero manejable, de buena encarnadura, de estatura adecuada para la persona que lo va a utilizar, de preferencia que sea un caballo amansado con algo de experiencia y de buena rienda, ya que un caballo sin rienda no tiene mucho valor, esto si es significativo.