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MEDIANTE AYUDA DE LA COPEG
Buscan erradicar en Darién la mosca del gusano barrenador
Isabel Castro
Darién / EPASA
Una de las plagas que ha causado más estragos dentro de la ganadería panameña es la mosca del gusano barrenador. También conocida como mosca de la gusanera, este díptero afecta a la fauna silvestre y a las personas. Encuentra en las heridas de los animales de sangre caliente su principal hogar, y si los mismos no son atendidos oportunamente, pueden llegar hasta morir, pero gracias al esfuerzo y perseverancia de los científicos se desarrolló la técnica del insecto estéril, que ha permitido combatir y erradicar al barrenador de Centro y Norteamérica. Enrique Patiño, responsable del departamento de Dispersión de la Comisión Panamá-Estados Unidos para la erradicación y prevención del gusano barrenador (COPEG), señaló que la tecnología consiste en detener el desarrollo de los órganos sexuales del insecto en la fase de pupa, mediante la exposición a radiaciones atómicas de rayos gama. Aseguró que las demás cualidades del insecto no se ven afectadas, lo que se obtendrá moscas hembras normales capaces de aparearse con las silvestres, pero son infértiles. Agregó que el producto del apareamiento del insecto estéril con dípteros de huevos vacíos y el ciclo de vida del insecto se romperá y por tanto, no habrán gusaneras. El COPEG cuenta con un Centro de Dispersión de moscas estériles, localizado en Tocumen, donde se desarrolla la fase de emergencia de la mosca y se mantiene un estricto control de calidad, desde los embarques de pupas que llegan al centro procedentes de México, para garantizar que los insectos dispersados tengan las condiciones biológicas óptimas. Las pruebas de calidad incluyen tamaño del insecto, determinación de los índices de mortalidad, longevidad, agresividad sexual y habilidad de vuelo, características que deben mantenerse para lograr que las moscas de dispersión puedan cumplir su papel. Este centro funciona las 24 horas del día durante todo el año, con un personal panameño que labora en turnos rotativos y quienes son los responsables de manipular las pupas y procesarlas siguiendo las normas especificadas para tal labor. El Centro de Dispersión es atendido por el doctor Enrique Patiño, quien en una entrevista, señaló que entre 1998 y enero de 2000 los aviones diversadores han ejecutado 1086 vuelos, cobertando el espacio aéreo, 179 se han verificado en la provincia de Darién, donde se han dispersado 501 millones de moscas estériles, a razón de 28.8 millones de insectos por semanas. Agregó que usualmente se deben liberar unas 6,000 moscas aletargadas por millas lineal, el espacio entre líneas de dispersión es de dos millas náuticas y las moscas deben ser dispersadas a una velocidad de vuelo de 360 Kms/hora, para garantizar que pueden sobrevivir al descenso y cumplir el rol de apareamiento con las nativas y anular las posibilidades de las gusaneras. La dispersión de moscas estériles en Darién se inició en agosto de 1999 y para el mes de diciembre pasado, las opiniones de los productores coincidían en que los casos de gusaneras habían disminuido a pesar de las fuertes lluvias y humedad ambiental y el muestreo de larvas que los productores realizan para su posterior análisis en el laboratorio especializado de COPEG, reflejaba un descenso en los casos positivos por gusaneras con respecto a los meses anteriores. Para el próximo año se tiene previsto construir en nuestro país una planta productora de moscas, la cual quedará ubicada en el sector de Felipillo para suplir la demanda interna y requerimiento de otros países en su lucha para combatir y erradicar el barrenador. COPEG trabaja en el establecimiento de una barrera biológica permanente en la región fronteriza de Darién, para prevenir una reinfestación de los territorios nacionales liberados del barrenador y proteger toda la región de Centro y Norteamérica.
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