Condenan "el vil asesinato" del presidente Kabila

Luanda
EFE
El Gobierno angoleño condenó ayer "el vil asesinato" que costó la vida al presidente de la República Democrática del Congo (RDC), Laurent Desiré Kabila, muerto tras el atentado que sufrió el martes en Kinshasa. El ministro angoleño de Asuntos Exteriores, Joao Miranda, afirmó que "Angola realiza una condena vehemente de ese vil acto y manifiesta la esperanza de que la nueva situación creada no retrase las iniciativas en curso para la reanudación del diálogo interno en la RDC". Miranda precisó que ese "diálogo interno" puede ser la fórmula para alcanzar una solución negociada al conflicto de la RDC, donde un contingente militar angoleño combate -junto a soldados zimbabuos y namibios- a los grupos rebeldes que con el apoyo de Ruanda y Uganda tratan de derrocar el Gobierno de Kinshasa. El ministro angoleño admitió en la primera reacción oficial de su Gobierno ante el atentado contra Kabila una gran preocupación y que Luanda sigue con atención los acontecimientos políticos registrados en las últimas veinticuatro horas en la capital congoleña. Angola ayudó decisivamente a Kabila en la campaña militar que en mayo de 1997 desembocó en el derrocamiento de su predecesor, Mobutu Sese Seko, y su intervención también fue determinante para impedir que los actuales rebeldes congoleños se hicieran con el control de Kinshasa poco después de haberse alzado en armas, en agosto de 1998.
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Angola ayudó decisivamente a Kabila en la campaña militar que en mayo de 1997 desembocó en el derrocamiento de su predecesor, Mobutu Sese Seko, y su intervención también fue determinante para impedir que los actuales rebeldes congoleños se hicieran con el control de Kinshasa poco después de haberse alzado en armas, en agosto de 1998.
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