Hoy es viernes, un día para disfrutar viendo a La Roja y destruir a punta de goles a Belice, un rival que no sabe lo que es ganar en el torneo centroamericano en 17 partidos.
Hoy es un partido diferente, porque Panamá tiene que salir a presionar y a marcar tantos desde el primer minuto de juego. Yo estoy seguro de que así será.
Hoy, Brown y Rentería tienen que estar finos para que puedan empezar con el pie derecho la competencia, que es muy corta, por lo cual se necesita que todos estén en su máximo nivel de confianza. ¿Qué mejor manera de sumar confianza que golear a Belice?
Nosotros tenemos mucho; Belice, poco. Podemos hacer que los beliceños se lleven un saco, que, en vez de estar lleno de naranjas, mandarinas y frutas de verano, esté completamente lleno de goles.
Los futbolistas de Belice tienen que volver a su país con muchos goles en sus maletas, porque son la cenicienta del área (algo que no se perdona) y Panamá tiene que salir a masacrar, a matar y a golear.
Hoy es noche de cinco goles. Hoy es noche de baile, de brincos y de triunfos. Hoy es un viernes para empezar a soñar, para empezar a envolver a los fanáticos, quienes deben seguir apoyando a la selección en los duelos importantes (contra El Salvador, en semifinales, y en la final).
Más que destruir, tenemos marcar... Los goles caerán y harán celebrar a muchos.
Todo Panamá debe volcarse con su selección y, aunque no haya mucha agua, se debe apoyar hasta el final la creencia de que sí podemos, porque podemos. Belice, prepárate.