En estos momentos se está decidiendo el futuro de los postulados a dos puestos vacantes para magistrados de la Corte Suprema de Justicia. De momento, la votación en la ratificación de la Asamblea Legislativa parece reñida, pues pueden ocurrir grandes sorpresas, entre ellas quizás la traición de varios diputados opositores del Partido Revolucionario Democrático (PRD).
Pero, ¿Qué opina la gente del pueblo frente a este tema? Sencillo. A la ciudadanía no le interesa si Winston Spadafora o Alberto Cigarrista son elegidos en la Corte Suprema. Igual, ¿Qué gano yo? NADA. Un taxista me dijo que es el simple capricho de ciertas personas, para llegar a un puesto político y por mera ambición. El humilde conductor reiteró que él siente que el mismo gobierno es el culpable, pues resulta lógico que el PRD y el Partido Popular, las fuerzas que dominan la Asamblea Legislativa, van a votar contra los candidatos gubernamentales, ya que se les quitaron las partidas circuitales, además de reducirles el presupuesto del Parlamento.
La mofa vertida por varios medios impresos, en donde catalogan a los candidatos a magistrados como políticos que no inspiran confianza, auguran el fracaso de la postulación de los dos señores amigos de la presidenta Mireya Moscoso. Para nadie es un secreto que el país se ha visto muy afectado con este tira y jala entre Asamblea y Ejecutivo. El presupuesto del año pasado rige por ahora al Estado, dejando muy mal parado a la imagen financiera de Panamá en el exterior. Qué decir de los proyectos en desarrollo que fueron paralizados para construir calles, remodelar escuelas en el interior, nombrar personal educativo, etc.
Quizás la situación más notable dentro de la elección de los nuevos magistrados para el Órgano Judicial, es la investigación realizada por sectores independientes anticorrupción, en donde han salido a la palestra las actividades privadas de uno de los postulados. Chito Montenegro, un audaz investigador, descubrió que allegados familiares a Cigarrista tienen un Push button y un Minisúper en Herrera, algo que no merece en teoría, una insinuación pecaminosa. Empero, existe algo muy sagrado dentro de la postulación de un magistrado.
En el Derecho y las Ciencias Políticas, la investidura de un magistrado para una vacante dentro del principal órgano deliberante de la Nación, merece el respeto y pulcritud como tal.
Un postulado debe tener una carrera intachable, nada cuestionable como abogado y experto del derecho. Que el candidato a magistrado no esté involucrado en situaciones polémicas de la política criolla y que sea un elemento confiable para dirimir casos con amplia imparcialidad.
Si lo antes expuesto es la razón de ser para fundamentar la elección limpia de un magistrado, entonces hay un serio problema con los señores Winnie y Tito. De Spadafora ya conocemos el caso del helicóptero hundido y la rebaja de penas; de la misma manera, está la cuestión de que el mismo Cigarruista dijo una vez que la Corte Suprema es una tumba de oro para políticos desfasados. Con tales afirmaciones y puntos encontrados, hay suficiente razón para rechazar a los candidatos del gobierno. |