Los purieños se encuentran en estado de alerta frente a la amenaza de un terrateniente, quien compró la finca colindante con la playa Punta de Tigre.
La adquisición del terreno ha tenido como consecuencia que su actual dueño la quiere vender a extranjeros, incluyendo el área de playa.
El pueblo de Purio, por más de cien años, ha mantenido la tradición en la época de Semana Santa de trasladarse por completo a la playa con todos sus enseres para vivir como sus antepasados, reencontrarse entre ellos, incluyendo a quienes viajan desde la capital para mantener la costumbre folclórica y familiar de este corregimiento del distrito de Pedasí.
Los miembros de la comunidad han asignado a uno de sus hijos, un abogado sindicalista, para que pelee en todas las instancias frente a este acto arbitrario por este terrateniente que quiere ahogar una de las tradiciones santeñas que en un futuro se convertirán en un atractivo turístico.
También encerrar la playa a los purieños afecta a otras comunidades, porque su mar o su área costera es rico en pescados y mariscos y se convierte también en una forma económica de ganar el sustento de varios pueblos cercanos.
El gobierno debe definir una política en esta materia de la defensa de las tradiciones sobre todo cuando se conoce que las playas son del Estado. |