Los problemas económicos que durante la adolescencia enfrentó Doris, una joven de 18 años, no limitaron que alcanzara la primera parte de su sueño: culminar su educación secundaria.
POBREZA
Residente en Las Lomas, distrito de David, fue víctima de la pobreza que agobiaba a su familia, truncó parte de sus anhelos; pero la necesidad la llevó a tener que trabajar con algunos familiares como empleada cuidando niños, con el fin de obtener los recursos que le sirvieran para sufragar los gastos que implicaba su educación.
A pesar del trabajo que desempeñaba su madre, no era suficiente; por eso, durante las vacaciones cuidaba niños y de esta manera lograba tener algo de dinero para cuando empezara la escuela.
Esto es muy difícil, pero son las cosas que se tienen que hacer, ya que son las formas que hay para sobrevivir, lo cual dijo no es lo mejor para los niños, niñas y adolescentes, que en estas edades deben tener como prioridad sus estudios.
APOYO
Sin embargo, en ese espeso camino, encontró una salida a través de unas primas, quienes le hablaron de un centro en donde se le ofrecía apoyo en su educación y podría salir adelante.
Fue así como se integró al Centro de Atención Integral de Casa Esperanza, auspiciado por Global Bank, en la ciudad de David en octubre de 2004.
Éste se convirtió en su segundo hogar. Allí, desde hace tres años asiste para recibir los servicios de educación, salud, nutrición, talleres de desarrollo personal y social para seguir adelante.
Ingresó al lugar desde que estaba en cuarto año, iba al colegio y en la próxima jornada, asistía al centro en donde recibía respaldo en las tareas diarias.
Igualmente, compartía con otros niños las experiencias diarias y, de esta manera, no se preocupaba por cómo obtener el dinero para continuar con sus estudios, pues allí se le brindaban los útiles escolares, el material didáctico y la alimentación, entre otros.
DIPLOMA DE BACHILLER
Hoy ha obtenido un diploma de Bachiller en Ciencias, en el Colegio Félix Olivares Contreras, en la ciudad de David; pero tal y como dijo ella, éste es sólo el primer paso de su sueño.
Espera en algunos años, convertirse en una maestra de preescolar, para ayudar a más niños y niñas, que al igual que ella enfrentan una difícil condición.
UNIVERSIDAD
En este nuevo año, espera ingresar a la Universidad Autónoma de Chiriquí en la Facultad de Educación, y aunque cumplió la mayoría de edad, continúa asistiendo al centro, pues ha sido de mucho beneficio para ella.
Expresó que, inicialmente, quería estudiar Medicina, pero está consciente de que es una carrera muy difícil de sufragar, en especial por la inversión económica que se tiene que hacer.