|
Millonario vence al partido gubernamental, que reconoce derrota
Bangkok
EFE
El multimillonario Thaksin Shinawatra, investigado por corrupción, acaricia el cargo de primer ministro de Tailandia tras vencer ayer en las elecciones generales al partido del jefe del Ejecutivo, Chuan Likpai, que ya ha reconocido su derrota. Antes de que la Comisión Nacional Electoral (CNE) comenzase a facilitar los primeros resultados de los comicios, considerados de vital importancia para la aun frágil democracia tailandesa, el Partido Demócrata de Likpai aceptó la derrota. "La población quiere cambios políticos y hoy ha decidido el partido que debe formar el próximo Gobierno", manifestó el primer ministro, considerado uno de los políticos más honestos del país. Los tres sondeos hechos a pie de urna y dados a conocer poco después del cierre de los colegios electorales dieron una cómoda victoria al Partido Thai Rak Thai (Patriotas de Tailandia), fundado por Shinawatra hace apenas dos años. Según estos sondeos, el partido de Shinawatra logrará entre 203 y 235 escaños de los 500 que integran el Parlamento, mientras que la formación liberal de Likpai obtendrá entre 118 y 133 escaños. Ante la aparente victoria de su partido, Shinawatra, el magnate de la industria tailandesa de las telecomunicaciones, se comprometió a guiar a Tailandia por los mismos senderos de éxito que ha cosechado en el mundo de los negocios. "Pondré todo mi corazón y mi alma en trabajar para el país", declaró Shinawatra, quien hace veinte años, cuando era oficial de policía, comenzó a amasar una fortuna gracias a alquiler de ordenadores al Gobierno. La aparentemente cómoda victoria de Shinawatra, que con sus recursos económicos logró dotar a su partido de una formidable maquinaria electoral, da a su formación el derecho a formar una coalición de Gobierno, con él como primer ministro. Seguro de los sondeos, Shinawatra estableció de inmediato contactos con los ex primeros ministros de los partidos Nueva Aspiración y Nación Tailandesa, Chavalit Yongchaiyudh y Banharn Silapa-archa, respectivamente, con la finalidad de negociar la formación de una coalición que disponga de mayoría parlamentaria. El magnate, que logró su virtual victoria gracias a una campaña populista, ocupó en 1997 el puesto de viceprimer ministro en el Gobierno de coalición dirigido por Yongchaidudh, a quien muchos tailandeses responsabilizaron de la profunda crisis financiera que estalló ese mismo año. Shinawatra es accionista mayoritario de 67 compañías y en diciembre pasado fue declarado culpable por la Comisión Anticorrupción de falsear su declaración patrimonial, al obviar operaciones bursátiles, cuando era viceprimer ministro. El ahora aspirante a primer ministro sostiene que se trató de un "olvido", pero si el Tribunal Constitucional ratifica el veredicto de culpabilidad, deberá mando de la política durante cinco años. Los problemas médicos de Shinawatra no es la única causa de incertidumbre sobre el futuro de Tailandia, que en 1997 aprobó una nueva Constitución con el objetivo de dotar de mayor transparencia a la gestión del Gobierno y remediar los males que surgen en los procesos electorales. Pese a las estrictas medidas adoptadas para prevenir el fraude en los comicios, la Comisión Nacional Electoral (CNE) indicó que ya está trabajando para poder repetir, entre el 12 y 13 de enero, la votación en aquellos distritos en los que se han detectado casos de compra de votos y otras infracciones graves. La CNE, que tiene poderes para descalificar a los candidatos, anular los resultados y ordenar repetir la votación informó de que cerca de un centenar de aspirantes a diputado no verán certificada su victoria por haber cometido fraude. "Han sido las elecciones más sucias cradas hasta el momento", sentenció Sawasdi Chotipanich, miembro de la CNE. A la salida de su colegio electoral, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Sampao Choosri, expresó la preocupación del estamento castrense ante la posibilidad de que Tailandia se suma en una crisis constitucional, pero descartó por completo un golpe de Estado.
|
