SURAMERICA En vilo proceso de paz con las FARC por crimen de congresista

Bogotá
AFP
La ambigua posición de la guerrilla marxista colombiana de las FARC sobre su presunta responsabilidad en el crimen de un congresista y otras seis personas hace una semana, mantiene en vilo el proceso de paz con el Gobierno, "congelado" por los rebeldes desde hace mes y medio. Hasta el momento las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no han aceptado ni negado públicamente la acusación que les formuló el Ejército sobre la autoría del múltiple crimen, en el que además del congresista opositor Diego Turbay, fueron asesinados su madre y cinco personas más. Además de la sindicación del Ejército, el presidente de la República, el conservador Andrés Pastrana, 24 horas después de la masacre declaró públicamente que el Gobierno tenía "serios indicios" de la responsabilidad de las FARC, la guerrilla más importante del país con la que emprendió una negociación de paz en enero de 1999. En igual sentido se pronunció el viernes el Fiscal General de la Nación, Alfonso Gómez, quien manifestó que ese organismo "tiene indicios que apuntarían hacia la autoría de las FARC", aunque advirtió que aún la investigación no ha arrojado resultados contundentes. El jueves, luego de que Pastrana analizó con los líderes de la oposición Liberal y de las demás fuerzas políticas la crisis de las tratativas con las FARC, el alto comisionado para la paz del Gobierno, Camilo Gómez, se reunió en la zona del sur del país que ocupan los rebeldes para pedirles una respuesta. Gómez informó el viernes a Pastrana sobre su entrevista con los jefes de las FARC, entre ellos su líder, el septuagenario Manuel Marulanda, cuyo verdadero nombre es Pedro Antonio Marín, pero el Gobierno mantiene absoluto hermetismo respecto a ese encuentro. Entre tanto, los diferentes líderes políticos han pedido a las FARC que digan públicamente si cometieron o no la masacre, al tiempo que exhortaron a Pastrana a reorientar el proceso de paz con las FARC porque consideran que en dos años de trativas éstas no han arrojado resultados y por el contrario, el conflicto armado interno se ha agudizado. El replanteamiento del proceso y una "posición más firme" del Gobierno frente a las FARC ha sido demandada especialmente por el líder del Partido Liberal y ex candidato presidencial, Horacio Serpa, quien también acusó al grupo insurgente del múltiple crimen. Un pronunciamiento similar hizo este sábado la ex candidata presidencial independiente, Noemí Sanin, quien envió una carta a Marulanda pidiéndole que diga si las FARC asesinaron a Turbay y a las otras seis personas. En la misiva -cuyo texto fue divulgado por los medios de comunicación-, Sanín, tras advertir que "hoy las FARC tienen la responsabilidad histórica y ética de sacar adelante el proceso", manifiestó además que el proceso demanda una "evualuación y un rediseño". En ese sentido, Sanín insistió en la urgencia de llegar a un acuerdo de "cese de hostilidades", al señalar que "el modelo de negociar en medio de la guerra ha colapsado". El presidente Pastrana aceptó emprender las trativas con las FARC sin que mediara un cese del fuego, dado que el grupo insurgente no aceptó sentarse a la mesa de negociación con esa condición. Por su parte, el Procurador General de la Nación (ministerio Público), Jaime Bernal, en declaraciones a los reporteros este sábado, aunque reclamó prudencia sobre los responsables del múltiple crimen y pidió esperar los resultados de la investigación, también llamó a las FARC a "hacer un pronunciamiento claro, preciso y exacto" sobre su presunta responsabilidad. Hasta ahora las FARC, en una declaración de su vocero, el comandante Raúl Reyes, divulgada por su agencia informativa Anncol (Agencia de Noticias Nueva Colombia), respecto al crimen dijo que lo único que saben es que Turbay y sus acompañantes "están muertos". Pero seguidamente Reyes lanzó una diatriba contra el asesinado congresista -quien presidía el comité de paz de la Cámara de Representantes del Congreso- y contra su familia, a la que acusó de tener nexos con los paramilitares de extrema derecha y "muchos enemigos".
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