EDITORIAL
Una de cal y otra de arena
Este gobierno pareciera que se está manejando con lo que comúnmente se conoce como “una de cal y otra de arena”, a juzgar por los errores y aciertos que está cometiendo la administración arnulfista. El escándalo de los relojes Cartier tiene ahora otra dimensión y ha trascendido a la imaginación popular que resta credibilidad a las explicaciones trasnochadas del Palacio de las Garzas. El Estado debe ser transparente en cuanto a los empréstitos millonarios aprobados por los municipio de las ciudades de Las Tablas y Los Santos que aparecen en la Gaceta Oficial del 8 y 9 de noviembre de 1999. Todavía no se ha dado una información fidedigna sobre si tales empréstitos cuentan con el aval del gobierno ni a qué propósitos sirve el dinero que se está gestionando con una empresa privada. Esperamos que se despeje la incógnita. A favor de los que gobiernan podemos decir que ha sido un acierto el suspender las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa, ya que no se justifica esa erogación de dinero para aprobar a la ligera proyectos que no se alcanzaron a debatir en el pleno de la Cámra. El tema de las jubilaciones especiales a docentes y enfermeras se pondrá candente en los próximos meses. Y qué decir del Ente Regulador que pareciera una republiquita independiente que desafía al gobierno en cuanto al aumento de la tarifa de energía eléctrica. Existe la impresión que el Ente rebelde del señor Guanti responde más a la empresa privada que al pueblo por su negativa de acatar la Resolución del Consejo de Gabinete que rechazó las pretensiones de la compañía eléctrica. Como podrán observar, no serán nada fáciles los días que se avecinan, pues los nubarrones del desempleo amenazan con desencadenar una tormenta de consecuencias catastróficas.
PUNTO CRITICO |
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