En su informe presentado ante la Asamblea de Diputados, el presidente de la República, Ricardo Martinelli, denominó "imperdonables" a los compromisos adquiridos durante la campaña electoral y agregó que serán cumplidos contra viento y marea.
El discurso del gobernante fue el resultado de sus propias reflexiones, de su pragmatismo y no una muestra de la buena pluma de burócratas intelectuales que nos cansan todos los años con su retórica.
Explicó el mandatario que durante el año y medio que lleva su gestión se ha profundizado en el renglón de asistencia social, con un muy claro concepto de distribución equitativa de la riqueza, sin esperar la ejecución de programas de inversión social que en ocasiones anteriores han servido para cometer actos de corrupción.
Esa transferencia del ingreso de la nación se refleja en el programa de 100 a los 70, para aquellos ciudadanos que no tienen jubilación ni pensión, cuya cantidad alcanza los 85 mil adultos mayores que mensualmente reciben 100 balboas.
En esa misma dirección podemos mencionar las becas universales que sirven de apoyo a más de 800 mil estudiantes y cuya inversión en el 2011 es de 83 millones de balboas que irán en aumento progresivo a 122, 135 y 138 millones de balboas durante los años 2012, 2013 y 2014, respectivamente.
Los demás temas fueron todos presentados con una pormenorizada contabilización de sus ejecuciones, basada en una rendición de cuenta tomando como base los hechos.
