Naciones Unidas condena nuevas masacres y pide acuerdos humanitarios

Bogotá
AFP

La delegada en Colombia de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la española Almudena Mazarrasa, condenó el martes las últimas acciones de los grupos ilegalmente armados y demandó con urgencia acuerdos humanitarios.

"La oficina del Alto Comisionado y la sociedad colombiana vienen siendo testigos del incremento de la violencia indiscriminada e irracional de los actores armados, cobrando un número cada vez mayor de víctimas, entre las cuales hay un gran número de niños", indicó en un comunicado oficial.

La declaración se conoció dos días después de que presuntos miembros de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) asesinaran a por lo menos 21 personas en dos localidades de noroeste y el norte del país, tras acusarlos de colaborar con las guerrillas izquierdistas.

Mazarrasa hizo un urgente llamado a los actores armados para que "intenten acuerdos humanitarios o acciones unilaterales de buena voluntad que favorezcan el diálogo y el entendimiento necesarios (para) iniciar conversaciones de paz".

El pasado 28 de octubre, guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) dinamitaron un oleoducto del noroeste del país tras lo cual se desató una voraz conflagración que cobró la vida de 67 personas, entre ellos varios niños.

Por su parte, la directora de Amnistía Internacional para América Latina, Susan Lee, de visita en Colombia, pidió el martes al gobierno crear un bloque de búsqueda que combata a los grupos armados que atentan contra la población civil y criticó a la fuerza pública por su "indiferencia" frente a estos hechos.

"Hemos escuchado de ataques contra la población civil en el área y la fuerza pública no ha hecho absolutamente nada para contrarrestar esos grupos y tampoco para poteger a la pobalción civil", dijo Lee al término de una reunión con el vicepresidente Gustavo Bell, responsable de la política de Derechos Humanos.

Lee se refirió a la propuesta de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxitas), comprometidas en un proceso de paz con el gobierno del presidente, Andrés Pastrana, que pretenden canjear 245 militares en su poder por 452 de sus militantes actualmente en prisión.

La delegada advirtió que existen delitos de lesa humanidad que no son amnistiables según los convenios internacionales, en los que Colombia se ha comprometido.

"Esperamos a que el gobierno asegure que no habrá amnistías de facto ni de hecho para este tipo de delitos", puntualizó.


 

 

 

 

 

El pasado 28 de octubre, guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) dinamitaron un oleoducto del noroeste del país tras lo cual se desató una voraz conflagración que cobró la vida de 67 personas, entre ellos varios niños.

 

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