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Carlos Castaño, (der.) líder paramilitar.  |
Tras siete meses de conversaciones con el gobierno, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) -que agrupan a un 70% de los paramilitares de extrema derecha- aceptaron la desmovilización de unos 13.000 hombres, en un proceso que deberá terminar en diciembre de 2005.
La sede presidencial anunció en Bogotá el inicio de un proceso formal de paz con la columna vertebral de los paramilitares, que debe terminar con su desmovilización y desarme.
Mediante este inicio de un proceso de paz, las tropas paramilitares comenzarán a concentrarse en zonas del país que deberán determinarse y adquieren un compromiso para apoyar al gobierno en su lucha contra el narcotráfico.
El presidente Alvaro Uribe, quien desplazó durante tres días su gobierno a esta ciudad del oriente de Colombia, dijo que "el acuerdo es un avance para contribuir a la recuperación de la paz y al restablecimiento de los derechos humanos".
SATISFACCION E INQUIETUD
El anuncio del comienzo de una negociación formal de paz con los paramilitares generó en el país una oleada de satisfacción, aunque igualmente preocupación sobre aspectos puntuales de la misma que serán difíciles de solucionar en el futuro.
Una primera inquietud se refiere a qué va a pasar con dos facciones paramilitares que no aceptan un diálogo de paz -los bloques 'Metro' y 'Elmer Cárdenas', con unos 3.000 hombres en total- y otras más que aceptan, pero con negociaciones separadas.
Otra preocupación tiene que ver con el costo de la desmovilización de los 13.000 hombres, que el comisionado de paz y responsable del proceso, Luis Carlos Restrepo, estimó este miércoles en unos 90 millones de dólares por año.
"Esto vale un platal. Esto es un proceso costoso. Estamos invocando el apoyo de la comunidad internacional para la financiación del proceso porque los recursos que tiene el gobierno son precarios", anotó el comisionado.
EXTRADICION
Pero las mayores dudas tienen que ver con la actitud que tomará Estados Unidos frente a este proceso, dado que el año pasado pidió por cargos de narcotráfico la extradición de Salvatore Mancuso y Carlos Castaño, los dos líderes de las AUC que encabezan la negociación con el gobierno.
Sobre el tema, el presidente Uribe señaló que "hay que analizarlo a la luz de la Constitución y con la comunidad internacional, también con los Estados Unidos",
El presidente declaró que Estados Unidos tiene "un derecho legítimo de solicitar las extradiciones" de Castaño y Salvatore Mancuso, indicando que "el tema se examinará y además se manejará de cara a la opinión pública. Todo esto se va a ver", subrayó. |
