La selección española conquistó el tercer puesto de la Copa Confederaciones, gracias al duende de Dani Guiza que lideró una reacción de orgullo para escapar de la decepción, con un tanto de falta de Xabi Alonso en la prórroga (3-2), que castigó el esfuerzo de la luchadora Sudáfrica.
España cerró la Confederaciones cumpliendo en el partido menos deseado por un futbolista, la final de consolación, llevándose el triunfo de la honra.