Martes 13 de abril de 1999

 








 

 


FAMILIA
Respecto a los virus

Tomado de SINORAMA

Exactamente, ¿a qué condición llamamos SIDA? El estándar para diagnosticar el síndrome es la concentración en sangre de leucocitos T4, unas células que se encargan de luchar contra las enfermedades. Si ésta baja de 200 por milímetro cuadrado ­una persona sana suele tener entre 800 y 1,200-, significa que el SIDA ha comenzado a desarrollarse. Una vez en esta fase, la mitad de los enfermos mueren en un período de tres años.

YA NO HAY DESESPERANZA

Las enfermedades evolucionan, y la humanidad avanza. Chuang Che-yen, ex director del Hospital de la Universidad Nacional de Taiwan, observa que cuando apareció el SIDA, el primer grupo de infectados tenía un mayor índice de mortalidad debido a la menor inmunidad entre ellos, o quizás por un período latente más corto. Otra explicación podría ser que en aquel momento la enfermedad fuese más virulenta.

Un virus vive y muere con su portador. Cuando una cepa relativamente virulenta se extingue al morir su portador, las que quedan son más débiles. De esta forma el virus se va debilitando, y el período latente en los seropositivos se va alargando. También ha mejorado notablemente el estado general de salud entre ellos, especialmente tras la introducción del "cóctel" farmacológico conocido en Taiwan como "tres en uno", que se basa en una mezcla de dos fármacos análogos a los nucleótidos y un inhibidor de la proteasa. Aquéllos impiden al virus invadir las células del cuerpo, mientras éste bloquea al virus cuando ya se ha introducido y reproducido dentro de ellas. Esta terapia, un triple fármaco que crea una doble barrera, no puede eliminar totalmente el VIH, pero reduce la cantidad del virus en el flujo sanguíneo, manteniendo una concentración alta del mismo sólo en el sistema linfático. Así se retrasa eficazmente la aparición de los síntomas y además se reducen las probabilidades de contagiar a otros a través de la sangre.

Actualmente, la transmisión del virus del SIDA ha comenzado a remitir en los países más avanzados. Chen Hao-yung no cree que sea por la eficacia de la medicina, sino debido a que la gente ha comprendido el método de transmisión. Para él, el nivel de concienciación en Taiwan y el hecho de que la enfermedad está en una fase temprana y con un bajo nivel de propagación, hacen albergar esperanzas sobre la prevención del SIDA en la isla.

(Chang Chiung-fang / trad. de José Gómez).

 

 

 

 



 

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