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FAMILIA
�Est�n sanos sus terneros?
Redacci�n
Cr�tica en L�nea
Verificar el estado de salud de los terneros requiere observarlos no s�lo al alimentarlos o al limpiar los casilleros. En esas ocasiones se nota si los animales han perdido el apetito, as� como anormalidades grandes, pero las perturbaciones generales causadas por las labores podr�an ocultar otras se�ales que indican la presencia de enfermedades. Por eso es importante observar a los terneros en forma calmada y sin causar perturbaciones, a diferentes intervalos del d�a y, si es posible de la noche. El peso del ternero por s� solo es un mal indicativo de su salud. Sin embargo, el ternero de tama�o inferior al normal es m�s dif�cil de criar. Cuando los terneros se cr�an en grupo, especialmente con dispositivos distribuidores de leche, las diferencias de tama�o pueden resultar en variaciones considerables de la ingesti�n de alimento. El ternero peque�o consume cantidades insuficientes por lo que su desarrollo empeora todav�a m�s, en tanto que el ternero grande ingiere m�s de lo debido y puede sufrir de diarrea. El comportamiento del ternero es para el observador con experiencia, una gu�a confiable de su estado de salud. Un ternero saludable se muestra alerta y reacciona en forma no exagerada a est�mulos, como el ruido y el movimiento. Cuando el cuidador entra a la unidad de cr�a, especialmente temprano en la ma�ana, el ternero saludable se levanta y generalmente arquea el lomo, se estira y extiende las patas. Sin embargo, una reacci�n excesiva podr�a indicar condiciones tales como meningitis, envenenamiento por plomo o dosis excesiva de nitrofurazona. No obstante, debe tenerse en cuenta que los terneros criados en casilleros individuales restrictivos son naturalmente m�s nerviosos y excitables, y muestran mayor reacci�n a los est�mulos normales. Los animales enfermos por lo general son m�s lentos o indiferentes a esos est�mulos normales. Si pueden hacerlo se separan del resto y es com�n que sus orejas est�n ca�das y fr�as al tacto, lo que acent�a su aspecto de enfermo. La falta de apetito a menudo es el primer s�ntoma de enfermedad. Sin embargo, a veces el ternero mantiene el apetito pero no puede masticar o tragar el alimento debido a llagas dolorosas en la boca o el es�fago. Eso es com�n en terneros que sufren de difteria. Las posturas poco comunes tambi�n pueden ser indicios de enfermedades. La curvatura convexa del lomo con las patas debajo del cuerpo a menudo indica dolores abdominales debido a la leche. Por otro lado, la curvatura c�ncava del lomo con las patas abiertas indica dolores abdominales graves. Esto ocurre rara vez y frecuentemente se debe al timpanismo. Las muestras de esfuerzo indican ya sea estre�imiento o diarreas; para determinar la causa es necesario observar m�s de cerca, pues a menudo las heces aguadas no se notan cuando los terneros est�n sobre piso de listones o cama gruesa. La cojera, la rigidez y la dificultad para echarse y ponerse de pie se notan f�cilmente y pueden ser s�ntomas de condiciones tales como artritis, mal de ombligo, infecciones localizadas de las pezu�as o condiciones generalizadas de las articulaciones y los m�sculos. El pelaje es un indicador �til de salud y enfermedad. El pelaje de un animal sano brilla, muestra se�ales de haber sido lamido y la piel es suelta como para plegarse con la mano. Si el ternero sufre de fiebre, su pelaje se torna erecto, especialmente alrededor del hocico, y muestra "cara crespa" y mirada fija. Cuando la fiebre se debe a diarreas que causan p�rdida grave de l�quidos del cuerpo o a otra enfermedad que restringe la ingesti�n de l�quidos, la piel adquiere aspecto de cuero y el pelaje se torna vidrioso y seco. Algunas anormalidades de la piel pueden ser muy evidentes como las lesiones caracter�sticas de la ti�a. Las infestaciones de �caros y piojos causan p�rdida de pelo en ciertas �reas, pero la detecci�n temprana de esas condiciones requiere observar los animales de cerca en busca de �reas peque�as de irritaci�n y costras. Debe recordarse que el polvo contra piojos mata la forma adulta del insecto y que el tratamiento debe repetirse a los siete d�as para matar las larvas que salen de los huevos. La p�rdida del pelo alrededor del hocico y la cabeza, llamada escaldadura, est� relacionada con el suministro de leche o substitutivo de leche en balde. Indica que la leche se sirve muy fr�a y la grasa que sale a la superficie se adhiere a la cara del animal. As�, esa capa de grasa en la base del pelo evita su crecimiento y, cuando se desprende, deja un �rea sin pelo. La soluci�n obviamente, es entibiar un poco la leche. Las escaldaduras debidas a la diarrea causan p�rdida del pelo en las partes posteriores e interiores de las patas traseras. La deficiencia de zinc es otra causa de p�rdida del pelo, especialmente del hocico y las patas. El examen de la cabeza requiere atenci�n especial, pues da una indicaci�n de la viveza del ternero. Los ojos son indicadores muy confiables siendo brillantes y h�medos, pero no acuosos, en el animal saludable. Cuanto los ojos se ven opacos y hundidos es se�al de deshidrataci�n. En ese caso, la lengua tambi�n se siente seca al tacto. Las infecciones localizadas de los ojos causan descargas por un extremo y mayor sensibilidad a la luz del sol; en cambio, las enfermedades oculares generalizadas producen descarga por los dos cantos de ambos ojos. El examen nasal en busca de irritaci�n, ulceraciones y se�ales de descarga puede dar aviso temprano de neumon�a, infecci�n del aparato respiratorio y enfermedades de la mucosa. Igualmente la salivaci�n excesiva y formaci�n de espuma en la boca pueden ser se�ales de �lceras orales dolorosas, pero no deben confundirse con el aumento normal de la salivaci�n que el ternero muestra en presencia del balde de leche. Si al entrar al establo donde est�n los terneros se nota olor a amoniaco, es se�al de ventilaci�n deficiente o mal drenaje de los orines, condiciones que pueden provocar una serie de infecciones. Ese olor caracter�stico tambi�n es la primera se�al de diarrea, por eso debe verificarse de inmediato si los terneros tienen manchas dejadas por las heces l�quidas en los cuartos posteriores. Los terneros son susceptibles a numerosas enfermedades y dolencias que incluyen diarreas, neumon�a enzo�tica, artritis, difteria, queratitis infecciosa, meningitis, infecci�n del o�do medio, cocidiosis y deficiencias nutritivas, simplemente para nombrar las m�s comunes. Por eso es muy importante que el criador observe regularmente sus terneros cada d�a, a fin de detectar las se�ales tempranas de problemas de salud; en esa etapa es mucho m�s f�cil aplicar una cura r�pida y duradera. (Fuente: Revista Agricultura de las Am�ricas, A�o 35, No. 2)
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