Hay funcionarios de alta jerarquía que se han especializado en "ensuciarle el agua" al presidente Ricardo Martinelli en sus primeros 18 meses de administración.
Si bien el mandatario al inicio de su reinado les dio la "patente de corso" "Se puede meter la pata, pero no la mano", es poco lo que hacen algunos de sus colaboradores para que el gobierno del cambio cumpla sus promesas y termine la fiesta en paz.
En términos generales se puede sintetizar que "lo que hacen con las manos lo desbaratan con los pies". Las malcriadeces de algunos ministros con el tema de las protestas en Bocas del Toro en rechazo a la "Ley Carcelazo" y a la "Ley Chorizo", flaco favor le hicieron al gobierno del cambio.
Errores en materia de tránsito, educación, obras públicas, seguridad, relaciones internacionales, impuestos, leyes y servicios públicos han repellado con espinas el camino del presidente Martinelli, de por sí escabroso producto de sus enfrentamientos con el PRD y la sociedad civil.
El abierto desafío del alcalde Bosco Ricardo Vallarino a la autoridad del Ejecutivo, junto a sus contantes chambonadas políticas y romance extramarital con los concejales del PRD, ha sido una especie de golpe bajo para el mandamás de Palacio.
Es una pena, que todo el Plan de Trabajo del presidente Martinelli para su quinquenio al frente del Palacio de las Garzas se vea afectado por la incapacidad, torpeza e inmadurez de algunos funcionarios.
Es el tiempo de pasar facturas, de cambios no sólo de iniciativas, sino de gente sin talento y compromiso a la que la administración de Ricardo Martinelli parece quedarle grande. �Dios salve al rey!
