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La mandataria Mireya Moscoso se lanzó ayer un mensaje alto y claro a los "asesinos" paramilitares colombianos: "los estaremos esperando" cuando penetren a territorio panameño.
Moscoso se trasladó ayer a los poblados de Paya, Púcuro y Boca de Cupe, que han sido blanco de los ataques de insurgentes colombianos, el último de ellos perpetrado el 18 de enero, donde cuatro personas murieron.
La jefa del Ejecutivo dijo que 50 policías bien armados han sido destacados en Paya y esos hombres están dispuestos a "arriesgar sus vidas por la seguridad del país".
Mireya Moscoso dijo que los asesinatos en Paya buscaban intimidar a la población y lo han logrado, porque los indígenas tienen miedo volver a sus hogares. "La guerra de Colombia no es de Panamá. Nosotros no tenemos que aceptar asesinos...y aquel que venga los vamos a estar esperando", advirtió la presidenta.
Durante la gira en la que Moscoso estuvo acompañada de cinco ministros, se prometió a los poblados afectados más vigilancia, una planta potabilizadora, alcantarillado rural, la instalación de granjas sostenibles y el mejoramiento de los centros de salud. Además se le prometió puestos de trabajo a los indígenas que quieran ingresar a la Policía Nacional para que sean parte de la vigilancia que se necesita en el área.
Durante la gira de trabajo, el gobierno se comprometió también a construir la carretera El Real-Boca de Cupe, la instalación de un centro de educación básica en Boca de Cupe, mejoras en los centros escolares de Paya y Púcuro, así como el otorgamiento de becas comunitarias para los estudiantes.
Los moradores agradecieron a la Mandataria el apoyo destacando que en ningún momento a faltado la comida, ni los artículos de primera necesidad y que el 20 de febrero comenzarán a retornar a sus respectivas comunidades, debido a que actualmente existe una buena seguridad en el área. |
