Los panameños tienen
diversas maneras de expresar sus creencias, tradiciones y preferencias
culturales.
En el crisol de la interacción social se han fusionado
muchas manifestaciones, condicionadas y mejoradas por los grupos
étnicos que las generan.
Mediante una revisión preliminar, y hasta aventurera,
podrían encontrarse tres vertientes:
- La criolla, que se yergue como la más conocida
y practicada por la población mestiza;
- La indígena, que tiene plural cantidad de variantes,
determinadas siempre por la tribu que la practique; y
- La negra, en manos de los afroamericanos que conforman
las poblaciones fundacionales de Colón, en el Caribe,
y Darién, en el litoral pacífico.
LOS
INDIGENAS
Son
el grupo de mayor marginación. Explica Antonio Díaz,
Presidente de la Comisión Nacional de Folklore, que las
expresiones artísticas y culturales de los indígenas
no se consideran folklore propiamente dicho, debido a la resistencia
de estos aborígenes de compartir y popularizar sus danzas,
cantos y tradiciones.
El
periodista indígena Otoniel González, refuta esta
afirmación diciendo que, aún cuando las tradiciones
aborígenes no son practicadas por el resto de los nacionales,
en las comarcas sí están diseminadas, y ya existen
grabaciones para radio y televisión que buscan su popularización,
así como exaltar la cultura musical indígena.
Aunado
a esto, dice González, folklore es el conjunto de costumbres,
canciones y tradiciones de un pueblo, y los indígenas
no son otra cosa que un pueblo, a pesar de estar marginados de
la sociedad mestiza.
Existen
varias tradiciones indígenas, tantas como tribus en el
país. Sin embargo, los Kunas son los más
conocidos, y los hemos tomado como ejemplo para ilustrar esta
nota.
El
arte kuna es hoy conocido en el mundo entero, sobre todo las
famosas "molas" hechas con retazos de telas de vivos
colores.
A
las danzas, los kunas les llaman "Noga Gope".
Necesariamente deben participar seis mujeres y seis hombres,
quienes se reunirán siempre de tarde, nunca en las mañanas,
para danzar. Los hombres tocan las flautas o "Kammu Burwi",
que es una especie de flauta dulce. Las mujeres hacen sonar la
maracas, conocidas en su lengua madre como "Onasis".
Dichas
danzas se ejecutan para el deleite de los espectadores en las
diferentes comunidades, y se enseñan de padres a hijos.
En
eventos muy especiales, como es el rito de iniciación
de la pubertad o matrimonios, se realizan ceremonias en las que
intervienen cantores especializados, conocidos como los "Kandures".
En estas fiestas excepcionales, se interpretan melodías
con otro tipo de flautas, conocidas como "Tolos" y
"Korgis Galas".
Arte
kuna.
Todas
estas son danzas, ceremonias y costumbres que tienen profundas
raíces populares, y no necesariamente ostentan un caracter
religioso. "Es puro folklore", dice Otoniel González.
LOS
NEGROS
Sólo
como ejemplo tenemos una de las mejores expresiones de esta vertiente:
el Bunde, conocido también como la "Navidad
Auténticamente Panameña".
Se
le considera de esta manera porque sus cantos y versos improvisados
(los bundes y loas), que hacen las veces de villancicos que hablan
de la venida del Niño Dios, son originales de nuestra
nación.
El
Bunde es una festividad religiosa popular que se celebra en el
pueblo negro de Garachiné, provincia de Darién,
del 6 de diciembre al 6 de enero.
La
fiesta del Bunde es una preparación a la venida del Salvador,
un Adviento, que culmina con la Epifanía cuando, según
se cree, los Reyes Magos visitaron al Recién Nacido.
El
Niño Dios tiene sus padrinos que son responsables de la
fiesta, y de casa en casa se recogen donativos que servirán
para sufragar la comida y las bebidas durante los días
de celebración.
Las
ceremonias principales se realizan el 24 de diciembre, cuando
se busca la imagen del Niño Rey en la casa de los antiguos
padrinos, y el 6 de enero es llevado al hogar donde será
custodiada la imagen durante el resto del año.
LOS
CRIOLLOS
Sus
tradiciones y expresiones son definitivamente las más
populares. Algunas manifestaciones son:
Bailes
de Mejorana: Reciben
este nombre porque su principal instrumento es la guitarrita
mejoranera (cinco cuerdas), a veces sin otro acompañamiento,
como se realizan en las regiones de Ocú, Las Minas y Los
Pozos, en la provincia de Herrera, en el centro del país.
Otras veces es acompañada de una pequeña
cajita como es de costumbre en los pueblos de la provincia de
Veraguas. Un Socavón, otra guitarrita de cuatro cuerdas
que se parece a la mejoranera, también puede ser instrumento
principal en estos tipos de baile.
Hay
una serie magnífica de mejoranas y socavones que se conocen
con los nombres de Mejorana por 25, Zapateros, Gallinas, Llaneros,
Cumbias de Mejorana, Puntos y Suestes. La ejecución principal
en cada uno de sus movimientos es el zapateo que sigue fielmente
a la música hasta en sus silencios. El bailador de esos
lugares toca con los pies lo que el músico desarrolla
con sus manos. Algunos de los movimientos tienen nombres que
ellos mismos les han dado como son los de "Entrá",
"Cierrille" y "Remate".
El
Baile de la Denesa:
Dora
P. de Zárate, reconocida folklorista panameña,
señala que la primera vez que se tuvo noticias de su existencia
fue en el Primer Festival de Guararé en 1949, cuando doña
Hilda Barrios, compañera de ese famoso ejecutante de la
Mejorana que fue Esteban Rodríguez, habló de ello
y de cómo había gozado en su juventud aquellas
formas.
Luego,
con los años, una nativa de las llanuras santeñas,
les tarareó la música y hasta ejecutó para
los investigadores algo de su coreografía, cosa que también
hicieron personas amigas que estaban con ella ese día.
Por
último Antonio Díaz, entusiasta investigador de
tradiciones bailables y musicales, actualmente Director de Crítica
Libre, desenterró la forma, cuando organizó el
conjunto "Tonosí" y hoy el baile es platito
fuerte en todos los programas escenificados.
Este
baile, dice la señora Zárate, puede ser un traslado
de la mejorana bailada en campo abierto al salón; a la
sala de la élite rural. El hecho de que se tome a la pareja
como se toma para bailar con ella en los bailes de salón,
lo sugiere un poco. Y decimos de la mejorana, porque describe
movimientos propios de ella, tales como los zapateos, seguidillas,
cambios de lugar (mejor dicho intercambio de ellos) después
de una seguidilla, como se realizan en los esquemas mejoraneros.
El
Tamborito es uno de nuestros bailes más hermosos.
Canto
del Tamborito:
El canto siempre se ejecuta entre mujeres. Una hermosa voz, cruda,
natural que es la solista o CANTALATANTE como la llamamos, ocupa
su puesto al lado del cajero. Ella entona la melodía y
le marca el compás, cantando el estribillo correspondiente
al texto que va a cantar. El cajero la sigue y luego entran los
otros tambores y simultáneamente; el coro de mujeres que
dan palmadas, apoyando el compás. Se establece una especie
de diálogo en la solista y su coro, actividad que continúa
hasta que la Cantalante deje la tonada, ya sea porque quiere
cambiarla por otra o porque desea descansar o ser sustituida.
Algunas de las tonadas de tamborito con autores conocidos son
el "Tambor de la Alegría", de Juan Pastor Paredes
y Doña Carmen Lagnon; "Chorrerano" de Ricardo
Fábrega, y demás. |