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Balas y protestas en las calles de La Paz. |
Los movimientos sociales generados en Bolivia por el descontento ante la falta de soluciones a la crisis económica se expresaron, durante el año 2003, en los más violentos conflictos de las últimas dos décadas.
Unos 120 civiles murieron en los enfrentamientos con la policía.
Existen varios factores para este giro hacia la violencia, entre ellos el colapso del sistema de partidos políticos, por ineficiente y corrupto, así como el vacío de poder político.
Estos conflictos forzaron una renuncia presidencial y el paso a un gobierno con una inusual exclusión de los partidos políticos del poder ejecutivo.
La renuncia a la presidencia del empresario Gonzalo Sánchez de Lozada ocurrió tras diez meses marcados trágicamente por la muerte de un centenar de civiles, como consecuencia de la acción de las fuerzas de seguridad del Estado contra las protestas sociales.
En el curso de las protestas también resultaron heridas por lo menos 600 personas. La influencia de nuevos actores sociales y el descontento de la población ya se habían expresado en las elecciones generales de junio del año 2002, cuando le faltó sólo el 1% de la votación al dirigente sindical indígena Evo Morales para triunfar sobre Sánchez de Lozada.
CARLOS MESA
El nuevo gobierno del presidente Carlos Mesa está intentando marcar distancias del sistema tradicional de partidos, no solamente para sintonizar con los movimientos populares que lo llevaron al poder el pasado octubre, sino también para dar tiempo y oportunidad a los partidos - instrumentos fundamentales de la democracia - a renovarse y buscar un nuevo acercamiento a la ciudadanía. |