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Estamos convencidos que uno de los factores que afecta la prestación de los servicios públicos es la excesiva centralización administrativa existente en nuestro medio. Los contribuyentes que residimos fuera de la capital percibimos día a día los efectos de este mal que gravita en los servicios públicos de toda índole que deben ser prestados por los Ministerios y las instituciones Públicas. A pesar de existir Direcciones Regionales en cada provincia éstas no tienen capacidad de decisión, lo cual se traduce que tengamos necesariamente que gestionar en la cuidad capital muchos de los servicios públicos que requerimos. Las solicitudes de visas deben ser presentadas en la Dirección General de Migración a pesar de existir direcciones regionales de esta institución en las diferentes provincias. Las solicitudes relativas a permisos de trabajo para extranjeros, igualmente tienen que ser presentados en las oficinas centrales del Ministerio de Trabajo a pesar de contar con direcciones regionales en todo el país. Las Direcciones regionales del Registro Público se convierten en un correo de documentos hacia la capital.
Inclusive todo lo referente a licitaciones de obras, compras, concursos de precios, se verifican estos actos en los despachos superiores para atender necesidades de las provincias. Esta práctica genera respuestas tardías y afecta directamente la eficiencia de los servicios públicos lo cual produce el reclamo justificado de los contribuyentes. Lo que se impone para enfrentar este mal es propiciar una verdadera descentralización de las funciones. |
