 |
Fachada del edificio principal que alberga las oficinas nacionalesdel INAC.  |
Hace mucho tiempo que en nuestro país no se desataba una campaña tan fuerte contra una institución del Estado, como la que aún no termina con el Instituto Nacional de Cultura y contra su Director, entre otros de sus funcionarios. Poderosos medios de comunicación, empresarios nacionales y extranjeros, políticos oficialistas, todos juntos, sin que la mayoría de los panameños entendiéramos, inicialmente, el por qué.
El feroz ataque se ha hecho contra una importante entidad pública que le pertenece al pueblo panameño, por parte de intereses extranjeros que nunca han podido demostrar con pruebas ni una sola de sus denuncias, contra el INAC, ni contra la joven empresa panameña que realiza los trabajos subacuáticos para el rescate del posible galeón de Cristóbal Colón, en las aguas del caribe panameño.
Hoy hemos descubierto los verdaderos intereses de la transnacional ICASUR, empresa multimillonaria que tiene como representante legal y único accionista, al español Joaquín Alviz, quien tiene intereses en más de 15 países de América y Asia, en explotaciones marinas y que la llamada "Fundación ICASUR", fue fundada a escasos meses de pretender un contrato de explotación de nuestros lechos marinos en el Caribe y en el Pacífico, mismo que por tener cláusulas antinacionales e inconstitucionales, no ha sido refrendado por la Contraloría General de la Nación.
Las conductas del Director del INAC, Prof. Rafael Ruiloba y la del Contralor General de la República, Lic. Alvín Weeden, han sido cónsonas con los mejores intereses nacionales, por lo menos en este tema.
Lo triste ha sido ver a funcionarios de elevada jerarquía nacional, junto a los piratas modernos, sin que medie una explicación pública y satisfactoria, del por qué se han prestado para ser cómplices presenciales de uno de los ataques más feroces en contra de los sagrados intereses nacionales, de sus instituciones y de empresas panameñas. Aún no se ha presentado un solo argumento válido para tal ensañamiento. Y la dignidad y el patrimonio de la nación están muy por encima de cualesquiera otros intereses. Hasta que no nos demuestren lo contrario mantenemos la defensa de nuestras instituciones y de sus funcionarios. Y le decimos a la Presidenta de la República y al pueblo panameño que "ojo al Cristo que es de plata". |
