Israel prosigue sus operaciones militares en Cisjordania y Gaza, mientras persisten los ataques de la resistencia palestina a pesar de la orden de alto al fuego impartida hace diez días por Yaser Arafat, cautivo en la ciudad de Ramala.
En las últimas 24 horas perdieron la vida un reservista militar israelí y dos palestinos que atacaron a una patrulla en la frontera de este país con Jordania, en tanto que ocho israelíes, cuatro de ellos soldados, resultaron heridos, y hoy miércoles fueron detenidos 18 activistas palestinos en Cisjordania.
No obstante, en el punto fronterizo de Erez, al norte de Gaza, estaban reunidos representantes de los organismos de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y de Israel, para negociar -según fuentes palestinas- el levantamiento del cerco militar impuesto por las Fuerzas Armadas a más de tres millones de palestinos con motivo del alzamiento o "intifada", que cumple pronto quince meses. Los sucesos de la víspera y de hoy siguen a un período de diez días en el que el número de incidentes, que era de un promedio de treinta por día, decayó a menos de diez en Cisjordania y Gaza.
Ese lapso siguió a la orden impartida el pasado domingo 16 por el presidente Arafat, quien llamó a las facciones palestinas a cesar "todas las operaciones armadas" contra Israel, lo que fue interpretado por las que la acataron -Al Fatah y los integristas islámicos de HAMAS- como la prohibición de atacar dentro de este país, pero no objetivos israelíes en Cisjordania y Gaza. La posición de la Yihad Islámica no era clara aún y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) no acató la orden.
Desde el punto de vista del Gobierno de unidad nacional que preside Ariel Sharón "todos son actos terroristas", también los de la resistencia contra la ocupación y los asentamientos judíos en las zonas que los palestinos reclaman para un estado independiente, motivo por el que repudió la orden de Arafat de alto al fuego. |